Luego de transcurrir 70 días en el desempeño como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra es señalada por las fuerzas políticas que en la Cámara de Senadores repudiaron la forma en la que fue electa, las cuales argumentan que tiene actitud ausente en la problemática de las víctimas.

En sentido opuesto, Morena defiende a Piedra Ibarra por la integración de luchadores sociales en los puestos clave del organismo autónomo del Estado.

El pasado viernes 22 de noviembre, la presidenta de la CNDH asumió el cargo por el que rindió protesta, situación que originó la interposición de diversas demandas por la probable inconstitucionalidad de su elección.

Piedra obtuvo los dos tercios de la votación requeridos, pero con diversos incidentes.

En la actualidad se espera que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelva solicitudes de inconstitucionalidad por su llegada como titular del instituto; en tanto, pareciera que el arranque de sus funciones está perdido, principalmente por su desempeño retraído en un contexto que registra violaciones a los derechos humanos.

No ven autonomía

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Kenia López Rabadán (PAN); el vicecoordinador de la bancada del PRI en la Cámara Alta, Manuel Añorve Baños; el legislador Samuel García Sepúlveda (Movimeinto Ciudadano), así como Emilio Álvarez Icaza, senador sin bancada, coinciden en que Rosario Piedra Ibarra no ha dado muestra de autonomía e independencia respecto al gobierno federal.

En los primeros días de febrero, la Cámara de Senadores reiniciará su trabajo político. En la agenda legis- lativa figuran iniciativas sobre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que puede registrar modificaciones en la ley.

Para alcanzar reformas constitucionales, a la mayoría de Morena le faltarían los votos del bloque de contención, el cual está conformado por el PAN, PRI y MC.

El senador Martí Batres Guadarrama (Morena), expresidente de la Cámara Alta, afirma que la presidenta de la CNDH ha tenido un buen desempeño desde su llegada al cargo, y que en ese lapso se incluye la presentación a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión del informe del organismo.

Batres Guadarrama señala que entre las acciones relevantes de Piedra Ibarra se encuentran que “ha incorporado en la estructura de la comisión a destacados luchadores sociales por los derechos humanos. Ha tenido una línea de acercamiento con la gente, con las víctimas”.

En la Cámara de Senadores, de acuerdo con Batres Guadarrama, “es importante modificar la ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sobre todo para que sea una auténtica defensoría del pueblo, del ciudadano”.

Por otro lado, destaca una iniciativa que presentó con el fin de que no sea requisito ser licenciado en Derecho para encabezar las visitadurías de la comisión.

Asimismo, López Rabadán asegura que en enero, cuando Piedra Ibarra se presentó ante la Comisión Permanente del Congreso, “fue lamentable, no se habló de desaparecidos, homicidios dolosos, feminicidios, secuestros ni de niñez.

“Dejó ir una gran oportunidad: haber fijado una posición de independencia y autonomía” ante el poder, así como de claridad ante los retos de la actualidad.

“[Piedra Ibarra] fijó una posición tibia sobre los migrantes, poco trascendente. Esperamos que cambie, se necesitan recomendaciones, medidas cautelares que protejan los derechos humanos de los mexicanos, no un aletargamiento”, advierte.

Es necesario que la presidenta se rodee de gente que tenga conocimiento técnico para cumplir con las funciones de la CNDH, agrega López Rabadán.

Iniciativas

En materia legislativa hay iniciativas del Partido del Trabajo y Morena que proponen modificar la estructura de la CNDH, cambiar el nombre del organismo y que el presidente sea designado de una terna que envíe el Ejecutivo federal al Senado, el cual elige actualmente a partir de cero. También se busca eliminar las comisiones estatales de derechos humanos.

“Lo importante es que haya una CNDH fuerte y autónoma, en beneficio de los mexicanos, que México se aleje del supuesto de un Estado que no tenga contrapesos.

“Para el PAN es prioridad defender la autonomía de la comisión”, añade López Rabadán. En ese sentido, Manuel Añorve Baños (PRI) comenta que Rosario Piedra Ibarra “sigue siendo una militante de un partido político y no presidenta de la CNDH con una postura razonable, pues tampoco se trata de atacar al gobierno en turno, sino de ser crítico y no una aplaudidora oficial”.

“[Piedra Ibarra] no está demostrando que exista autonomía. Trata de estar acomodándose con el poder, [en lugar de eso] debería de formular requerimientos que incluso ayuden al gobierno”.

El legislador llama a la titular del organismo a “dar vida a la CNDH, [aunque] no se le ve intención de convertirse en ombudsman. Es cómplice de las tropelías que se están cometiendo con los migrantes, sólo ella no lo vio”.

Por su desempeño de arranque, Piedra Ibarra “no tiene siquiera intención de ser, porque para ser hay que parecer, y ella ni parece ni es”. Ante eventuales reformas a la comisión, el priista considera “mejor cuidar la autonomía y la estructura legal, que es buena”.

Al respecto, Samuel García (MC) dice: “Lo que mal empieza, mal acaba, pues tenemos una CNDH acéfala, que no hace nada por los migrantes, mucho menos por las víctimas de la violencia. Está nadando de muertito en todos los temas”.

Argumenta: “No hemos visto una sola recomendación, no hay llamadas de atención. Se nota que en esta CNDH hay una complicidad tremenda con el Ejecutivo.

“Estamos preocupados, porque antes [la CNDH] sí daba jalones de orejas al Ejecutivo, [pero] ante el peor año en índices de violencia y en violaciones a los derechos humanos, la presidenta es una piedra inmóvil, literalmente.

“No hemos visto nada, y si se mantiene así, vamos a tener que exigir su renuncia, porque no queremos piedras o floreros en la CNDH, queremos acción”, señala.

Sobre las reformas legales al organismo autónomo, comenta: “Hay que ser más estrictos para que no vuelva a pasar lo que sucedió. Para que sus recomendaciones sean resoluciones que vinculen”.

Por último, Emilio Álvarez Icaza indica que “con la elección de Piedra, la comisión está gravemente quebrantada. Hubo una ilegalidad, pero al gobierno y a su mayoría no les importan mucho la CNDH. ¿Qué harán cuando les importe?

“Se están acelerando en últimas semanas circunstancias que requieren un protagonismo y una intervención decidida del órgano protector de los derechos humanos.

“La CNDH ha sido omisa en la crisis de salud y migratoria, en el cierre de oportunidades a las organizaciones de la sociedad civil para estar con acceso a los migrantes, [además] de los temas de las víctimas y libertad de expresión. Ha habido un muy bajo perfil, pareciere una nueva gestión bastante perdida”, dice.

Agrega que es necesario un periodo de tiempo para hacer un trabajo de auténtica defensa de los derechos humanos, pero que en esta ocasión se perdió la oportunidad, “pasa a la irrelevancia, a ser una entidad justificadora del gobierno”.

Tanto por las controversias judiciales como por iniciativas de reformas, la CNDH estará en la agenda del Senado, en la que la mayoría no tiene los votos para modificaciones a la Constitución y que se pierda el status de órgano autónomo, dice.

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