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La pegajosa canción del niño Yuawi “¡Na-Nana-Naaa!” retumba en el coloso de Reforma, donde 10 mil almas se emocionan y brincan de sus asientos.

El “movimiento naranja” es una ola de pragmatismo que se impone al azul, amarillo y naranja de las huestes de partidos políticos que se dieron cita en este centro de espectáculos, que en el año 2000, Vicente Fox, el primer presidente de México emanado del PAN, estrenó como arena política.

Los panistas llegaron a bordo de sus camionetas y autos de lujo, visten sus sacos y camisas blancas, excepto el grupo de Jalisco, que saludaba con sus sombreros color blanco y vaqueros azules para estar a tono.

Un grupo del PRD de Neza llegó en motocicletas y motonetas, haciendo rugir sus máquinas por “Campos Elíseos”, otros más en decenas de “micros” mientras que los de MC en la “limusina naranja de cinco pesos”, camiones y autos propios.

El telón rojo del Auditorio Nacional está abierto y a las 13:19 horas sale un Ricardo Anaya sonriente, enfundado ya como candidato del PAN, PRD y MC a la presidencia de la República.

Sonriente agradece las porras y las ovaciones, pero perfila su mirada en la primera fila donde está su familia, gobernadores panistas y perredistas y quien ahora llaman la “conciencia crítica” de Acción Nacional, el gobernador de Chihuahua Javier Corral.

“No quiero dejar de mencionar que aquellos que ya se estaban frotando las manos por un supuesto pleito entre Javier Corral y yo, se van a quedar con las ganas. “¡Muchas Gracias estimado Javier Corral!”, celebra Anaya. La operación cicatriz está en marcha.

El primero en dejarse ver en el graderío rojo fue el líder de MC, Dante Delgado, con su boina negra; a unos metros el ex presidente panista, Luis Felipe Bravo Mena, así como el perredista Jesús Ortega y su esposa, la senadora Angélica de la Peña. Luego uno a uno, los dirigentes del PAN, Marcelo Torres, del PRD, Manuel Granados.

El jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera ingresa sonriente con la primera plurinominal del PAN bajo el brazo y saluda al coordinador del sol azteca en el Senado, Luis Sánchez, con un inconfundible chaleco “amarillo”, así como los aspirantes al gobierno de Puebla, Martha Erika, y Miguel Yunes Márquez, al gobierno de Veracruz, entre otros.

La toma de protesta fue más bien una conferencia “TED Talks”, sobre tecnología, vehículos autónomos, banca electrónica por medio del celular, donde la educación es el pilar del desarrollo. Desmantela la idea de López Obrador de construir seis refinerías.

Al final, sube al escenario su familia y la plana mayor de PAN, PRD y MC para alzarle la mano.

“Vamos a ver salir el sol de una nueva era, México va a cambiar”, exclama Anaya cuando en la música ambiental suena el Huapango de Moncayo, pero todos salen cantando el pegajoso “¡Na-Nana-Naaa!”…

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