El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) vive “los peores momentos de su historia”, porque bajo el liderazgo de Juan Díaz de la Torre no sólo se perdieron los derechos y conquistas laborales de los maestros al respaldar una reforma educativa que fue lesiva, sino también la calidad moral de la organización, por lo que “vamos por rescatar al sindicato”, por la vía legal y jurídica en el nuevo escenario de México, coinciden cinco ex dirigentes del magisterio y cercanos a Elba Esther Gordillo Morales.

Luego de que EL UNIVERSAL publicó una entrevista con el actual presidente del SNTE, en la que aseguró no haber traicionado a nadie a partir del encarcelamiento de Gordillo Morales y haber respaldado la reforma educativa, a la que ahora califica de lesiva, Ricardo Aguilar Gordillo, sobrino de la ex dirigente, afirma que es momento de estar al frente de las preocupaciones fundamentales de los trabajadores.

El también coordinador de las Redes Magisteriales Progresistas en Chiapas, que operaron a favor del virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador en el pasado proceso electoral, atribuye a Díaz de la Torre el haber terminado con “el sindicato plural y diverso, que le daba vigor [al SNTE]. Eso ya no existe, se acabó. No hay responsabilidad de nada de lo que fue la reforma educativa, por eso vamos a rescatar ese vigor en el marco de los nuevos tiempos que transcurren en México”.

Asegura que Juan Díaz de la Torre es una persona que “no tiene escrúpulos, ve el asunto de la traición como un asunto normal de su vida cotidiana”.

Anticipa que el rescate del SNTE y de los derechos de los maestros se hará por la vía legal y jurídica.

“La ruta es restablecer la vida institucional y estatutaria en el SNTE. Devolverle a los maestros la casa, plantear los derechos perdidos. Es un momento muy importante para replantearse el papel del sindicalismo, en el marco de las transformaciones de lo que está ocurriendo, nos parece que es muy importante reflexionar de manera colectiva: ¿De qué manera podemos contribuir a fortalecer este país?

“Tenemos que contribuir, sin duda, con el nuevo gobierno que viene, fortaleciendo el vigor de los sindicatos, no debilitando la fuerza de los sindicatos (…) Tenemos que ver la educación como un instrumento de lucha, también para mejorar la calidad de la educación”.

Para Moisés Jiménez Sánchez, coordinador Nacional de Estructura y Redes Políticas Sociales de Morena, la dirigencia que encabeza Juan Díaz es “un club de amigos que cobra cuotas sindicales y que no representan a nadie”.

A decir de Jiménez, ex dirigente de la Sección 15 del sindicato en Hidalgo, “lo grave es que durante su gestión se perdió la joya del sindicalismo mexicano, la gema del Santo Grial en el contrato colectivo de trabajo: la estabilidad laboral. ¿Qué defiende? Un dirigente que no defiende eso y se dedica a dar cursos, ¿qué defiende?”.

Acusa que Juan Díaz “permitió una campaña de linchamiento mediático sobre la labor de educar; hoy sabemos que se transfirieron millones [de pesos] de la Secretaría de Educación Pública al sindicato para impulsar una campaña de desprestigio de la escuela pública”.

Entre las prestaciones que se perdieron durante el proceso de reforma educativa en los últimos años, enumera el ascenso por escalafón, no sólo la plaza base, sino también la negociación estatal y la carrera magisterial, lo que es no sólo es un tema de legalidad, sino también de consensos. “Juan tiene perdido el consenso; perdió su apuesta política en la elección, perdió la memoria y traicionó a todos”.

Tomás Vázquez Vigil, quien fuera secretario general de ese sindicato entre 1998 y el año 2000, asegura que las conquistas laborales que se lograron a lo largo de 50 años “se desmantelaron de manera cínica, no puedo darle otro calificativo. Yo creo que sí traicionó [Díaz de la Torre] al gremio, porque aceptó de parte del gobierno en turno acuerdos y procesos que iban directamente a afectar a los trabajadores de la educación”.

Debería irse del sindicato

Vázquez Vigil asegura que “si [Díaz de la Torre] de veras le tuviera cariño a los maestros y a la organización, debiera propiciar las condiciones para retirarse”.

Los maestros del país saben las condiciones respecto de la dirigencia nacional. “Si todos lo sabemos, él lo sabe, entonces, ¿por qué no propicia su retiro?”, cuestiona el ex secretario de la organización sindical.

El ex dirigente afirma que no habla “a nombre de nadie, lo hago a título personal” y dice que en su caso “la maestra [Elba Esther Gordillo] será juzgada en su momento por la historia. En este momento tiene la simpatía de muchos trabajadores de la educación porque ella expresó en los medios su posición, y se opuso a que apareciera en la Constitución la palabra ‘permanencia’ para que los maestros condicionaran su situación como resultado de una evaluación, entonces esa posición, con sus virtudes y defectos, la historia la juzgará en su momento”.

Para el ex dirigente de Jalisco hoy, Gordillo Morales cuenta con “una simpatía extraordinaria en la base del magisterio sólo por ese acto de congruencia y está pagando un precio muy alto [con la prisión domiciliaria] porque se opuso a que en el proceso de reforma se modificara hasta la Constitución, y se incluyera que los maestros podrían perder su permanencia en el sistema educativo como resultado de las modificaciones al artículo tercero constitucional y de la evaluación.

Ante la posibilidad de presentarle al virtual presidente electo una propuesta para rescatar el sindicato, Tomás Vázquez considera que el problema de los trabajadores de la educación respecto al sindicato lo deben resolver quienes laboran en el sector educativo, no la autoridad: “Con la autoridad hay que ir con una propuesta educativa y estamos tratando de construirla para presentarla, pero las condiciones que tengan que ver con la organización tienen que madurar y generar respuestas entre los propios trabajadores”.

Para Alberto Hernández Meneses, ex secretario general de la Sección 36 en el Estado de México, donde fincó su trayectoria Elba Esther Gordillo, es de “tristeza y coraje” cómo durante la gestión de Juan Díaz el sindicato le ha dado la espalda a los maestros de México.

“Juan [Díaz] miente en sus declaraciones, él no sólo traicionó a las personas que le dieron la confianza, el cobijo, el apoyo, el respaldo, nos ha traicionado a los trabajadores”.

Explica que “el sindicato somos todos los trabajadores, no es la dirigencia, no es la cúpula, ellos deben estar al servicio de los que sostenemos y le damos vida al sindicato nacional (…) Nosotros sí sabemos lo que está pasando en las escuela, él [Juan Díaz], no (…) Nosotros sabemos, venimos de donde están las escuelas. Nosotros sí conocemos la realidad y hay mucha molestia e indignación”.

La alternativa es “el rescate del sindicato, su dignificación y que se regularice la vida estatutaria, jurídica y legal”.

Juan Díaz, asegura, habla del magisterio para justificar su error político. “Jamás en la historia del sindicato se había visto que un dirigente contendiera y se nos quedara fuera de un cargo político, es decir, de ese tamaño es la vergüenza que tiene que cargar. Con eso él demuestra que ni siquiera lo que él llama el magisterio unido en torno a él lo apoyo. Nueva Alianza perdió el registro”.

Oscar Manuel Madero Valencia, fundador de la asociación civil Maestros por México y ex secretario general del sindicato en Sonora, asegura que el daño a los derecho de los trabajadores con la reforma no sólo fue para aquellos a los que se les señaló de “rebeldes”, sino que se afectó a los maestros institucionales, a los que estaban en las aulas.

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