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Tras ordenar el aceleramiento de las acciones para apuntalar la economía de estados petroleros, como Tabasco y Campeche, el presidente Enrique Peña Nieto estimó que será hasta dentro de cinco a 10 años cuando, a partir de la implementación de la reforma energética, el país recupere la capacidad de producción petrolera que tuvo en el pasado.

Advirtió que la industria petrolera nacional ha venido decayendo por el agotamiento de varios de los yacimientos, en especial, por la disminución en la producción de Cantarell, lo que afecta a entidades que basan su economía en esta industria, porque nada es para siempre y nos tocó vivir esta realidad.

Destacó la importancia de haber impulsado una reforma energética y contrario a lo que algunos sectores afirman, ésta garantiza al Estado como rector y dueño exclusivo de todos los yacimientos y su renta, pero abre a la iniciativa privada la oportunidad de acompañar a Pemex en la exploración y extracción de hidrocarburos.

“Lo otro, es un modelo ya atrasado, que ya fue superado y que dio muestras de agotamiento en la experiencia de distintos países en el mundo”, comentó.

Al inaugurar obras de infraestructura de la entidad —con una inversión de 9 mil 500 millones de pesos—, recordó que en los años 80, cuando el energético tenía un alto precio, México recurrió a un gran endeudamiento para poder desarrollar infraestructura que posibilitará la extracción de petróleo, pero no se contaba con que el precio caería, lo que provocó una crisis económica.

“Hoy, lo que hemos decidido a partir de la reforma energética es que Pemex como empresa productiva del Estado pueda hacer asociaciones con el sector privado para invertir y compartir lo que extraiga en riqueza y que sea para el Estado y para beneficio de los mexicanos.

“Eso nos va a permitir en el mediano plazo, en los siguientes cinco o 10 años, recuperar nuestra capacidad productiva. Hoy estamos produciendo menos, 2 millones de barriles de petróleo al día, lo que un sólo yacimiento en el pasado nos daba”, indicó.

Pide Núñez apoyo. El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, pidió al Presidente un impulso para la entidad ante el estancamiento de la economía local tras la debacle petrolera y se manifestó a favor de la diversificación comercial.

Es cierto que se habrá de recuperar la industria petrolera de concretarse las oportunidades de la reforma energética, “pero no queremos que cuando ese momento llegue sigamos dependiendo tanto del petróleo. Queremos diversificarnos, y la oportunidad de una zona económica especial es un aliciente”, subrayó.

El presidente Peña Nieto expuso que en el pasado, Cantarell producía al día 2 millones de barriles de petróleo y hoy sólo extrae 200 mil.

El jefe del Ejecutivo federal indicó que debido a la caída en la producción petrolera, en estados como Tabasco y Campeche se perdieron empleos que aún no se han recuperado, en contraste con la gran cantidad de plazas generadas en el país y que afirmó que llegarán a 4 millones de trabajos formales en 2018.

Precisó que pese a que su administración se ha impuesto una cifra récord de generación de empleos, esto no ha ocurrido en Tabasco. Dijo que las obras que entrega abonan a que Tabasco se diversifique y no dependa sólo de la industria petrolera.

“Con la reforma van a llegar más inversiones dentro de la industria petrolera, y esto le dará un nuevo impulso a la economía”, estableció.

Consideró que la definición de la zona económica especial para Tabasco y Campeche servirá para la diversificación, mediante apoyos fiscales, el no pago de impuestos por 10 años y la condonación del ISR.

Durante su gira, el Presidente entregó la primera etapa del Libramiento de Villahermosa, el Proyecto Hidrológico para Proteger a la Población de Inundaciones y Aprovechar Mejor el Agua, y la modernización de la carretera Villahermosa-Cárdenas.

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