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El senador Miguel Barbosa (PT) afirma que el Frente Ciudadano por México no es más que una coalición entre PAN y PRD, en la que el dueño se llama Ricardo Anaya, líder nacional del blanquiazul.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el vicecoordinador político del PT en la Cámara Alta aclara que “nadie ha dicho que la candidatura a la Presidencia en Morena esté asegurada para Andrés Manuel López Obrador, pero hasta ahorita es el más posicionado de todos”.

Dice que cuando López Obrador y Morena lleguen a 35 puntos de preferencia del voto, habrá condiciones para asegurar la Presidencia, “hoy tenemos que seguir trabajando”.

En sus oficinas del Instituto Belisario Domínguez, no se descarta para postularse a la gubernatura de Puebla de la mano de Morena, a pesar de que anunció que declinaría en el proceso interno.

La alianza que viene

¿Ve viable la construcción del frente PAN-PRD para 2018?

—Tienen en construcción lo que pudiera llegar a ser una coalición electoral, este frente ciudadano no es más que una coalición entre PAN y PRD, así debe verse, es una coalición entre la derecha, que ya no quiere ser derecha, y la izquierda que dejó de serlo. En el camino van a pasar muchas cosas y hechos que están determinados, porque en el PRD hay una influencia muy grande del gobierno federal y de los estatales en su toma de decisiones.

Lo que lamento mucho, y que es prueba de lo que decía, es que el PRD y quienes lo dirigen tienen un solo propósito: impedir que López Obrador gane la Presidencia y para eso quieren aliarse con el PAN y otros quieren todavía mantenerlo en el escenario electoral con un candidato útil para quitarle puntos a Andrés Manuel López Obrador.

¿Qué cosas tienen que pasar al interior del PRD?

—En pocos días habrá una definición de personajes como Miguel Ángel Mancera, Silvano Aureoles y el propio Juan Zepeda, quien dijo que podía ser candidato a la Presidencia por lo bien que le fue, según él, en la campaña del Estado de México, con la ayuda del propio sistema, el propio gobierno priísta; hay que ver cómo participan y cómo influye el poder dentro del PRD y sus corrientes para que tomen una posición de decir: “Como no es perredista, nos vamos del frente” y la otra, hay que ver lo que pasa en el PAN, ahí habrá una verdadera confrontación cuando Anaya imponga su candidatura, porque todo apunta a que será un candidato que se autoimpone desde el control de los órganos panistas.

Hay que ver cómo va a reaccionar Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle. El propio Dante Delgado [de Movimiento Ciudadano] cuando vea que hay crisis en el PRD, que hay un PAN con una verdadera división, puede volver a su llamado “cuarto polo” y hasta ser el candidato de su partido.

¿A qué aspirante ve con ese fin?

—Ahí veo todavía a Miguel Ángel Mancera, que cuando apoya al frente, lo que en realidad apoya es que sea un candidato independiente.

¿La prueba del ácido del frente será la elección de su candidato presidencial?

—Lo impulsan como un asunto de necesidad política para impedir que López Obrador llegue. Ellos saben que el único viable de ese frente es un panista, y en este caso, de manera muy clara, sería Ricardo Anaya. El frente es de Anaya, el propietario político del frente es Ricardo Anaya, los que dicen que quieren ser candidatos del frente, no siendo panistas, están mintiendo, es un discurso que no tiene viabilidad, vean lo que dicen Mancera y Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán.

¿Quién gana con el frente?

—Está muy claro que en una coalición electoral el PAN propondría al candidato a la Presidencia de la República y el PRD al candidato a la Ciudad de México, eso está visto desde hace más de un año, así lo dije, pero hubo quien señaló que no había pruebas de ello, y ahí están las pruebas.

El declive del PRD

Como ex perredista, ¿qué siente cuando ve que la bancada de 22 senadores que coordinó, hoy se queda con ocho?

—Esto habla de una crisis, es el producto de una crisis. Los senadores que dejamos al grupo del PRD tuvimos razones políticas, ideológicas, para poder tomar esta decisión. Tuvimos claro que en el panorama 2018 solamente hay dos alternativas: una era el candidato del sistema, el del PRI o el PAN, y otro el candidato Andrés Manuel López Obrador. El papel que el PRD estaba jugando, determinado por los jefes políticos de las corrientes, era impedir que López Obrador ganara la Presidencia. El PRD dejó de ser un partido de oposición real, no tiene viabilidad para alcanzar el poder, no quiere y ni busca la ruta para hacerlo, por eso tomamos esta decisión.

¿El PRD está herido de muerte?

—El PRD tendrá un proceso de achicamiento, de disminución, porque en el escenario de que el PRD decida competir solo, podría poner en riesgo hasta su registro, por eso va en coalición, para salvar el registro queriendo tener una representación prestada de un frente electoral, pero la sociedad tiene claro de lo que se trata: es un frente para alcanzar el poder, no es un frente para transformar el país. ¿Cuál es el proyecto de gobierno que ellos proponen, el del PAN o el del PRD? Porque el que va a encabezar el frente no será un perredista, ni un hombre de izquierda, será un panista conservador y de derecha.

En ese contexto, ¿cuál es el papel que debe jugar Morena?

—Morena debe seguir una ruta de instalación social en el pueblo de México, López Obrador tiene que mantener una posición muy clara frente a la sociedad, hasta un libro tiene ya sobre su propuesta programática de gobierno, de qué hacer cuando alcance el poder. Realmente él ha sido objeto de una crítica y persecución política enorme, pero creo que la sociedad tiene claro que no es un peligro para México y sí tiene propuesta política.

¿Están echando las campanas al vuelo?, Morena tiene rasgos de descomposición como Eva Cadena?

—Nadie ha dicho que la candidatura a la Presidencia de la República esté asegurada para López Obrador, pero hasta ahorita es el más posicionado de todos. Cuando lleguemos a 35 puntos de aceptación, de preferencia del voto, vamos a tener condiciones ya para asegurar la Presidencia, hoy tenemos que seguir trabajando. Eva Cadena no es un asunto de descomposición de Morena, Cadena fue una infiltrada del propio gobierno en Morena, es una mujer vividora que pronto fue descubierta, [que] sirvió para querer manchar a López Obrador, pero que no alcanzó para poder afectar.

¿Pero incluso Ricardo Monreal está amagando que se va?

—Lamento mucho que [Ricardo Monreal] esté en la ruta de su separación, si él se va, siendo un hombre con tanta experiencia y trayectoria política, sería un error de él, y más si se vuelve útil para la estrategia de otros partidos y del sistema para impedir que López Obrador gane la Presidencia.

¿La nomenklatura de Morena no le pesará a futuro?

—Como todos los partidos, Morena tiene que caminar hacia una mayor institucionalidad, creo que los procedimientos en cada partido tienen que ser tan claros como que se acepten los resultados cuando se trata de procedimientos electivos internos.

Usted, ¿por qué decidió bajarse de la contienda para ser gobernador en Morena?

—Yo sigo pensando en ser candidato a gobernador por Morena en Puebla, me sigo viendo como candidato, me veo ganando cualquier encuesta, nadie de los que participan como aspirantes de Morena me ganaría una encuesta, pero con mi anuncio, quise facilitar la elección de quien sea el candidato de Morena. Si la visión estratégica de la dirección de Morena es proponer un perfil absolutamente ciudadano, en eso no encajo, no por no ser cercano a la gente, pero soy un político profesional. Mi formación proviene de mi participación en partidos políticos, pero todavía me veo en posibilidad de encabezar la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla.

¿Por qué vía? ¿De qué depende?

—La única vía es que Morena me haga su candidato. Yo estoy esperando la decisión final y me asumo como alguien agradecido por que se le permita aspirar y ser considerado. Acabo de llegar al movimiento, no vengo a inconformarme en procedimientos cuando acabo de llegar.

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