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Panistas y perredistas en el Senado perdieron un debate en el que exigieron que el presidente de la mesa directiva, Ernesto Cordero Arroyo, fuera objeto de una moción de procedimiento, por considerar que dejó la imparcialidad de su cargo al declarar que Ricardo Anaya Cortés es señalado por lavar dinero.

En tanto, los priístas y los “rebeldes” del PAN defendieron su derecho de expresar opiniones, reprobaron el intento de censura y acusaron que se pretende instaurar la Santa Inquisición en la Cámara Alta.

La perredista Angélica de la Peña presentó su propuesta de moción de procedimiento y luego de dos horas de confrontación que fue descrita como una práctica de “canibalismo político”, en votación nominal se desechó el punto con 58 votos de respaldo a Ernesto Cordero Arroyo, 21 en su contra y 11 abstenciones.

Sobre el tema, el presidente del Senado dijo después a los periodistas que la “abrumadora mayoría” respeta el derecho de los senadores a expresar su opinión.

Intervinieron 26 legisladores a favor y en contra: Ernesto Ruffo Appel llamó traidores y tránsfugas de Acción Nacional a los rebeldes, entre ellos, el senador Cordero, quien como presidente de la Mesa Directiva dio turno a cada intervención, sin expresar comentario alguno a los señalamientos expresados.

Más tarde, cuando concluyó la sesión, Cordero expresó sus declaraciones repudiadas por senadores del PAN y PRD en defensa de Anaya. Dijo que Anaya debe ser investigado como sospechoso de lavado de dinero y pidió a la PGR que concluya pronto las investigaciones porque no se puede tener un aspirante a la Presidencia de la República acusado de delincuente.

Teófilo Torres Corzo (PRI) señaló que un legislador no puede ser reconvenido en sus afirmaciones, de manera que la moción de procedimiento que se trató de aplicar “trata de censurarlo”.

Dijo que el artículo 111 del Reglamento del Senado señala que se puede llamar la atención del presidente de la Cámara por sus resoluciones en sesiones o en los trabajos, en lo cual no ha incurrido. Cordero “tiene todo mi apoyo y respeto como gran presidente del Senado de la República”, señaló el priísta.

Angélica de la Peña Gómez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, presentó al pleno una “moción de procedimiento, a efecto de reclamar [a Ernesto Cordero Arroyo] su actuación [de constantes declaraciones contra Ricardo Anaya Cortés], que se aparta de la normatividad aplicable a su carácter de presidente del Senado, e invitarle a que se conduzca, tal y como lo ordena nuestro marco jurídico, en estricto apego a los principios de legalidad, imparcialidad y objetividad”.

La ex panista y nueva integrante de la bancada del PT, Gabriela Cuevas Barrón, acusó a sus ex compañeros de pretender aplicar una censura contra Cordero y de ser intolerantes: “Esto es una venganza del PAN”, señaló.

En el debate, panistas defensores de Ricardo Anaya acusaron a Cordero Arroyo de ser “vocero del PRI” y además de su renuncia al cargo de presidente del Senado, lo emplazaron a dejar el partido.

Manuel Cárdenas, sin bancada, dijo que las declaraciones de Cordero expresan su opinión personal, no de la Mesa Directiva ni del pleno. Añadió que cuando las decisiones de todo el Senado las ha tomado durante años “un grupito de tres” coordinadores, nadie ha dicho nada.

Víctor Hermosillo y Celada (PAN) dijo que es obligación del presidente del Senado “ser prudente” y él criticó al candidato de un partido “con situaciones que no puede probar, muy graves, como si está metido en situaciones de lavado de dinero y negocios que no son lícitos”. Agregó: “Si no nos gusta nuestro partido, hay dos cosas, esperar a que vengan otros tiempos y callarse la boca, o salirse. Usted perdió la brújula hace mucho tiempo”.

Graciela Ortiz González (PRI) afirmó que la propuesta contra Cordero “equivale a pretender aplicar una censura, lo cual no está permitido por la Constitución”.

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