El presidente afirmó que no habrá guerra ni acuerdo con el crimen organizado, porque su administración seguirá adelante con su estrategia para que haya paz y tranquilidad con justicia en todo el país.

Luego del atentado en contra del secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, el Presidente dijo que no se dejará intimidar; no obstante, reconoció que, como todos los seremos humanos, “tenemos miedo, pero no somos cobardes”.

“Tenemos miedo como lo tienen todos los seres humanos, nada más que hay una diferencia importante: no somos cobardes, entonces vamos hacia adelante, a que podamos conseguir la paz y la tranquilidad con justicia y rectitud, llamando a todos a que nos portemos bien para lograr una sociedad mejor”, expresó.

El viernes pasado, a las 06:35 horas, un grupo fuertemente armado interceptó la camioneta en la que viajaba García Harfuch; le cerraron el paso y dispararon en contra del vehículo blindado.

En el acto murieron dos escoltas, una joven de 26 años y el funcionario capitalino resultó herido por tres impactos de bala que no pusieron su vida en peligro.

En su videomensaje sabatino desde Palacio Nacional, el Titular del Ejecutivo federal señaló que fue una semana difícil, porque todavía padecemos la pandemia, por el sismo de 7.5 grados del pasado martes, así como por el atentado contra el secretario capitalino, “pero es más poderosa la voluntad de los mexicanos para salir adelante. No perdamos la fe. Venceremos”.

Señaló que en su estrategia contra el crimen no usará “balandronas” como “declarar la guerra” o violar los derechos humanos; no se van a permitir masacres, pero actuará para evitar que se cometan atentados

“No vamos a hacer ningún acuerdo con la delincuencia organizada, como era antes. Hay una frontera, un límite (...) Una cosas es la autoridad y otra la delincuencia. Ojalá esto se entienda”, manifestó.

Destacó que gracias a la inteligencia —“que ya no se usa para espiar a los opositores”— se pudo prevenir y alertar a García Harfuch.

“Ahora le hemos dado mucha importancia a la inteligencia. Antes se usaba el CISEN para espiar a opositores, escuchar llamadas telefónicas, [vigilar] a quienes estábamos en la oposición. Eso ya se terminó.

“Ahora se tiene un centro de inteligencia para prevenir, por eso se han podido evitar estos atentados o los resultados más lamentables y graves (...) Estoy hablando de inteligencia, que no es espionaje”, aseveró el Mandatario.

El presidente López Obrador reconoció que ya se tenía conocimiento de la intención de atentar en contra del funcionario local, por lo que pudo advertírsele.

De ahí, explicó el Titular del Ejecutivo, que García Harfuch usaba “un vehículo más resistente” (blindado nivel 7) para enfrentar cualquier agresión: “Él andaba más atento, precavido. Traía apoyo”.

Asimismo, celebró que como resultado de ese trabajo de inteligencia se logró la detención de muchos de los que participaron en el ataque, e insistió en que se seguirá actuando de esa manera.

Por otro lado, el Mandatario también lamentó la muerte de dos de los escoltas de Omar García Harfuch, pero sobre todo la de una joven de 26 años, originaria de Xalatlaco, Estado de México, quien perdió la vida durante el atentado.

“Lamentamos el fallecimiento de una joven de Xalatlaco que venía a vender su comida a la Ciudad de México con su familia.

“En Xalatlaco hacen tlacoyos y de eso vive mucha gente. Siembran maíz, haba, le dan valor agregado a estos alimentos y vienen a venderlos, pero desgraciadamente perdió la vida una joven de esa familia”, recordó.

De igual manera, el Jefe del Ejecutivo federal señaló que incluso en medio de la adversidad se tiene que seguir luchando para que las cosas cambien y mejoren.



Indicó que en el caso de la violencia, su administración atiende las causas que la originan, con el objetivo de que la gente no se vea en la necesidad —sobre todo los jóvenes— de tomar el camino de las conductas antisociales.

“Que tengan oportunidades de estudios y trabajo, a eso estamos dedicados para quitarle las bases de apoyo a los delincuentes; que no puedan enganchar a los jóvenes, que no se fomente el sicariato.

“El que jóvenes y personas sean capaces, por dinero, de quitarle la vida a un ser humano (...) Esto se tiene que ir mejorando”, afirmó.

El presidente López Obrador recordó que, a diferencia de otras administraciones, que sólo estigmatizaron a los jóvenes con el sobrenombre de ninis –que ni estudian ni trabajan—, el gobierno ahora les extiende la mano para que tengan posibilidades de trabajo y no se vean obligados a tomar el camino de la delincuencia.

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