Para que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pueda contribuir a la construcción de la paz, el expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) José de Jesús Orozco Henríquez considera fundamental que se respete la autonomía de la institución y la de su titular.
Ante la posibilidad de que haya una imposición en la presidencia de la CNDH la próxima semana, el jurista comenta que “la autonomía es la única forma en que la institución podrá cumplir con su mandato de protección, promoción y prevención de los derechos humanos”.

En este mismo sentido, critica que las autoridades descalifiquen al organismo cuando reciben una recomendación.
¿Por qué quiere encabezar la CNDH?
—Quiero aportar mi experiencia para contribuir a mejorar la situación de los derechos humanos. Ante la grave crisis por la que atraviesa nuestro país en esa materia, aspiro a servir a las víctimas, las personas y grupos en situación de vulnerabilidad o que han sido históricamente discriminados.
Anteriores ómbudsman pasaron por la UNAM, ¿habrá continuidad?
—Sin duda yo adquirí principios y valores de mis maestros, particularmente mencionaría a Fix Zamudio, al doctor Jorge Carpizo y a Sergio García Ramírez, quienes me inculcaron el compromiso por salvaguardar la dignidad humana de todas y todos.
¿Cómo evalúa la gestión actual?
—Reconozco que ha sido un trabajo independiente y comprometido con la defensa de los derechos humanos, pero también considero que hay aspectos en los que la institución puede ser más eficaz. Impulsaré una reforma orgánica y administrativa con el objetivo de hacer una institución que cumpla sus funciones sustantivas de protección y defensa a las víctimas, así como de prevención, promoción y asistencia técnica a las autoridades.
¿Cómo lo logrará?
—Separaré dentro de las seis visitadurías generales las funciones de protección, defensa a víctimas y atención de quejas. Intensificaré el establecimiento de una unidad de medidas de protección urgentes para atender a aquellas personas en riesgo; por ejemplo, los desaparecidos, periodistas, defensores de derechos humanos y migrantes. Daré acompañamiento a autoridades brindándoles asistencia técnica para que respeten los derechos.
¿Cómo sería su relación con AMLO?
—Para el desempeño del cargo es fundamental la independencia, la autonomía de la institución y del titular de la CNDH, pero también la interlocución con las autoridades.
¿Luis González perdió esta capacidad?
—No siempre ha encontrado esta receptividad. Es fundamental que las autoridades, una vez que se emite una recomendación, la acepten y acaten con el objeto de reparar integralmente el daño a la víctima.
¿Buscará que se acepte la recomendación de las estancias infantiles?
—Sí. Es importante el diálogo con las autoridades y que se establezcan mecanismos para que queden salvaguardados los derechos de niños, niñas y madres trabajadoras o padres solos. Si en determinado momento se modifica una política pública, lo que hay que cuidar es que no haya medidas regresivas.
¿Acepta a la Guardia Nacional?
—Los estándares internacionales son claros en el sentido de que la seguridad ciudadana debe estar a cargo de cuerpos policiales civiles. De manera excepcional, establecen que las Fuerzas Armadas pueden llegar a desempeñar tales tareas. Lo que se debe cuidar es que [el despliegue de la Guardia Nacional] se ajuste a esos parámetros.
¿Debe cambiar la política migratoria?
—El estándar internacional es que la ausencia de un documento migratorio jamás puede ser causa de que se criminalice a las personas. Lo más que puede hacer la Guardia es el aseguramiento perimetral, pero jamás la detención de una persona que no ha cometido un delito. La CNDH debe fiscalizar e impedir que haya violación a los derechos humanos.
Hay temor de que la CNDH sea coptada.
—La autonomía está en la Constitución y es importante que en la práctica sea observable. En cuanto a la independencia del titular, mi trayectoria me respalda en que siempre me he conducido de esa forma.
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