Un día después de la primera reunión virtual en la historia que convocó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, con la participación de los países del G20, así como del  secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, para abordar el tema de la pandemia del coronavirus, el doctor Julio Frenk considera, en entrevista con EL UNIVERSAL, que fue muy importante porque nos recuerda que aunque cada país tiene que implementar las medidas necesarias, al mismo tiempo son acciones globales las que refuerzan la necesidad de la unidad y la cooperación internacionales.

Las pandemias son un reflejo de la interdependencia y por tanto las soluciones tienen que ser globales, afirma Frenk, quien ve con mucha preocupación ciertas voces, sobre todo de líderes populistas, que dicen que la pandemia es una razón para cerrar las fronteras, reforzando ese mensaje con el surgimiento de regímenes nacionalistas en el mundo. El tipo de reto que representa la pandemia del coronavirus y las amenazas comunes para toda la humanidad solamente se pueden abordar mediante la cooperación internacional, a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo organismo especializado es la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La pandemia es globalizada porque el mundo se ha vuelto mucho más interconectado, pero además por las características propias de este virus, que es altamente contagioso y porque se puede transmitir por personas que no tienen síntomas o tienen unos muy leves. Si la comparamos, es una enfermedad mucho más contagiosa que la influenza, muy diferente, por ejemplo, al SARS, que es otro coronavirus menos contagioso. Hoy tenemos personas que están circulando en sociedad, sintiéndose bien, tal vez con algunos síntomas muy leves y que están transmitiendo el Covid-19.  Eso explica el rango de contagio de este virus, explica, que se ha diseminado tan amplia y rápidamente en todo el mundo. Yo sugiero que es un reto enorme. Bill Gates la llamó la epidemia de una vez en el siglo, un tipo de evento que sólo pasa una vez porque realmente es de una magnitud enorme y de una gran complejidad.

¿Cómo evalúa a México dentro de esta crisis del coronavirus?

El doctor Frenk considera que en México la vigilancia epidemiológica ha sido muy buena y es una gran fortaleza. Esto se empezó a desarrollar como un gran propósito en los años 80 cuando fue secretario de Salud el doctor Guillermo Soberón y a lo largo de todos estos años se ha desarrollado un sistema de enseñanza epidemiológica de clase mundial.  Se puso a prueba en innumerables brotes y crisis que hemos tenido de carácter sanitario y de manera más dramática con la última epidemia, que fue la de H1N1, donde los primeros casos se dieron en México y realmente se pudo ver la excelencia del sistema de vigilancia epidemiológica.  Se detectó aquella pandemia en sus inicios, México dio la voz de alarma y el mundo pudo responder mucho mejor.  Entonces, esa es una gran fortaleza.  Otra son los hospitales de alta especialidad, sobre todo los institutos nacionales y algunos hospitales universitarios, como el Hospital Civil de Guadalajara, el Hospital Universitario de Nuevo León y algunos otros de alta especialidad que tenemos en todo el país. Instituciones de altísima calidad.

La pandemia lamentablemente ocurre cuando el sistema de salud está lo más debilitado que he visto en toda mi vida, porque el gobierno en vez de aumentar el presupuesto se dedicó a devaluar el trabajo de los servidores públicos, lo que ocasionó la salida de gente muy capacitada, pero desgraciadamente la actual administración ha debilitado al sistema de salud, incluyendo a esos dos componente que han sido normalmente fuertes. Incluyendo el de investigación epidemiológica, que aún es fuerte.

[El sistema] ha tenido muchísimos expertos. Desgraciadamente, el gobierno actual se ha dedicado a degradar este servicio público, con recortes presupuestales, reducción de sueldos de la gente que trabaja en el gobierno. Y al generar un discurso muy contrario al servicio público, casi sugiriendo que todo el que trabaja en el gobierno es corrupto, cuando eso no es así. Además, dice que todo lo que se ha hecho en el pasado está mal y eso no es una ofensa a los funcionarios que hayan estado antes, es una ofensa a los trabajadores y profesionistas de la salud que han dedicado su vida a construir el sistema de salud. Entonces, la consecuencia de esa constante ha afectado al servicio técnico y mucha gente con importantes capacidades se ha ido. Se ha afectado también el sistema de vigilancia epidemiológica. En el caso de los institutos, ha habido recortes presupuestales brutales en estos primeros dos años. 

[El gobierno] destruyó la base financiera con que se había construido el Seguro Popular. Efectivamente, tenía muchas cosas que había que corregir, pero había otras muy buenas y una es que había una fórmula financiera que garantizaba aumentos en el presupuesto cada año, por eso es que el presupuesto de la Secretaría de Salud creció por cuatro.  Y en este sexenio se hicieron recortes, pero además se eliminó ese mecanismo financiero.  Luego se cambió de golpe el sistema para comprar medicamentos, nuevamente con un objetivo valioso que era acabar con la corrupción en el sistema de adquisición y distribución de medicamentos, pero eso es una operación delicada, que se hace con un bisturí, en cambio, se realizó con un hacha.  Se recortaron procedimientos que no eran corruptos, el equipo gobernante mostró una gran impericia y por eso es que desde el año pasado hay escasez de medicamentos y de vacunas.
 

Frenk dice que espera que ahora con esta emergencia sanitaria el actual gobierno recupere… y empiece a reaccionar primero con los recursos que se requieren, segundo que valore el trabajo de los trabajadores de la salud y en tercer lugar mejoren los procesos para que haya el abasto necesario de todos los insumos que se requieren para atender la actual emergencia.

También estamos viendo que hay una mezcla entre la política y las acciones en materia de salud. La pregunta es si debemos hacer a un lado la política y las ideologías por ser un asunto de salud. Frenk responde: así es y no nada más en México, lo vemos en muchos países.

Lo que hay que entender es que cada vez que surge un nuevo agente patógeno, la característica esencial de la emergencia sanitaria es no saber cómo se va a comportar.  Por tanto, es importante tener una comunicación clara con la gente, porque ellos quieren saber qué sucede, los riesgos y cuándo se va a acabar. Lo que hemos visto en México, como en EU y otros países, es que los expertos técnicos hacen una valoración, se comunican con el público y salen los políticos a contradecirlos o actúan de manera opuesta a lo que dicen los expertos y eso pone muy nerviosa a la gente, genera ansiedad, porque no se sabe qué va a pasar. La única forma de calmarla es con una comunicación que sea clara, hay que dar una información verídica, pero a los políticos no les gusta dar malas noticias y lo que hemos visto es que se empieza a minimizar el problema y se pierde mucho tiempo. Eso es lo que pasó en México. A pesar de que estábamos ante una emergencia grave, la comunicación política fue que no era tan grave, que no había que exagerar, que no pasa nada. Se minimizó la magnitud del problema y se perdió tiempo para enfrentarlo.  Yo creo que la comunicación tiene que estar en manos de los expertos, obviamente con la aprobación de los dirigentes políticos, pero no con la censura. Y menos cuando salen figuras políticas de nivel contradiciendo la opinión de lo expertos, lo que puede conducir a conductas de incertidumbre y a conductas de pánico que pueden hacer mas daño que el virus.

Además, México tiene un organismo con rango constitucional que es el Consejo de Sanidad General, que se creó desde la Constitución de 1917 como resultado de los cientos de miles de muertos que hubo en la Revolución Mexicana. Ese consejo depende del Presidente de la República.  Se creó justamente para lidiar con situaciones como la que estamos viviendo ahora y ahí está.  Ese consejo convoca también a la otra parte que puede ayudar con una emergencia y también tiene a los expertos, como la Academia Nacional de Medicina y otras agrupaciones de profesionistas. Ofrece un vehículo idóneo creado en la Constitución para lidiar con este tipo de emergencias. Es ahí donde debería concentrarse tanto la toma de decisiones, como la comunicación hacia el público.

El doctor Frenk evalúa positivamente el trabajo y la participación del doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud: Él es una persona muy bien formada, ha tenido una destacada trayectoria en la Secretaría de Salud y tiene una formación muy sólida. Me parece que aquí el problema ha sido que parece que ha habido una interferencia política al tratar de minimizar la magnitud del reto, en un esfuerzo por tranquilizar a la población, pero a la gente no la calma, le crea mucho nerviosismo ver que hay contradicción.

Ha habido diferencias entre los planteamientos de López-Gatell y el discurso y las acciones del Presidente [Andrés Manuel López Obrador].  Se crea confusión.  El doctor Julio Frenk dice que se pueden escuchar también otras voces expertas y se puede convocar al resto de los integrantes del órgano constitucional en la materia, que van a ser cruciales en lidiar con la pandemia, dándole su justa dimensión en la definición de las medidas que deben de adoptar.

¿Consideraría usted que en las actuales circunstancias deben hacerse a un lado la política y las ideologías por tratarse de un problema serio y complejo de salud?

Totalmente, lamentablemente las políticas públicas de la actual administración han estado muy impregnadas por la ideología. Que la emergencia sea una presión para que se corrija el rumbo y nos basemos estrictamente en criterios científicos y técnicos para tomar las decisiones. 

¿Qué tan cerca estamos de la fase 3?

La característica central es la incertidumbre. Aunque podemos tener lecciones de algunas epidemias previas, no estamos 100% seguros. Esto se va determinando conforme le epidemia se va desarrollando.  Está además la necesidad de tener una comunicación clara donde no haya contradicciones entre los técnicos y los políticos. La otra gran recomendación es desarrollar planeación contingente, es decir, crear escenarios, tener planes claros, incluyendo los peores escenarios que muchas veces sirven para indicar las acciones que hay que tomar, a fin de evitar que ocurra eso.  No debemos confiarnos en que vamos a tener la fortuna de que las cosas no sean tan graves como pudieran ser.  Tenemos que prepararnos para el peor escenario y trabajar para evitarlo. Por las características que comenté del virus, que es muy contagioso y que lo puede transmitir gente sin síntomas o con síntomas leves, rápidamente se pasa a la fase dos, donde ya estamos, finalmente el martes 24 el gobierno reconoció que ya estábamos en eso. 

Para el doctor Frenk es importante y crucial la participación de la gente.  Lo que se tiene que llevar adelante muy enérgicamente son las medidas de distanciamiento social. Normalmente, cuando no hay una epidemia sin las características de la actual, se puede contener con la identificación de casos y aislamiento, pero cuando ya hay transmisión comunitaria la gran medida es el distanciamiento social, que sirve para tres cosas: reducir la transmisión la enfermedad, segundo, pero más importante, es que aunque tengamos un elevado número de casos, permite distribuirlos mejor en el tiempo para que no abrumen el sistema de atención médica.  Es lo que se ha llamado aplanamiento de la curva.  Ese es un propósito muy importante. A través del distanciamiento social se logra que los casos más serios no se agrupen todos de golpe y abrumen al sistema de salud, como lo estamos viendo en Italia.  Hay que evitar ese tipo de situación.

Se repite en distintos lugares. No hay país que tenga un sistema de salud suficiente como para poder enfrentar esta epidemia masivamente, lo mismo está pasando en España y lo mismo está ocurriendo en Estados Unidos (que por cierto ya se convirtió en el país con el mayor número de casos a nivel mundial, por arriba de China).  Países que sí reaccionaron rápido, con medidas enérgicas, como China, Corea del Sur, Singapur, Taiwán, que se dieron cuenta tempranamente del peligro del virus, y adoptaron medidas muy severas de distanciamiento social,(las tecnologías les permiten estar conectadas), han tenido una trayectoria muy diferente. Eso debe ser un ejemplo para darnos cuenta de que estas acciones llevan un gran sacrificio en muchos casos, pero hay una gran recompensa: sí se puede controlar la enfermedad.

Hay dos grupos de países: los que han respondido con medidas enérgicas y donde los líderes políticos han minimizado la dimensión de epidemias y han perdido mucho tiempo valioso para contenerlas, cuando había tiempo para prepararse. Entonces, México ya habiendo reconocido que estamos ya en la fase de transmisión comunitaria, debe ahora llevar adelante esas medidas de manera muy seria.

De China, Corea del Sur, Singapur, Japón y Taiwán hay lecciones que aprender. No es fácil en regímenes democráticos tomar los caminos que se impusieron en China, pero consideremos que países como Corea del Sur son democráticos y han logrado manejar la epidemia muy exitosamente, afirma Frenk.



Lo que ha pasado en países como Italia, Estados Unidos y México ha sido esta resistencia a reconocer que había un serio problema y actuar temprano.  En cambio, en Corea del Sur estaban viendo lo que pasaba en China y antes de que llegara, se habían preparado, por ejemplo con pruebas hechas a muchísima gente y eso les permitió atender la epidemia de una manera muy eficaz. 

En todos estos países que se han atrasado, incluyendo a México, hay la escasez de pruebas, entonces no sabemos bien cuál es la magnitud real, muchas de las cifras que se daban estaban basadas en el hecho de que sólo a un grupo muy pequeño se le estaban haciendo las pruebas diagnósticas.  Entonces se estaban tomado decisiones que ya sabíamos de entrada que eran muy incompletas.  Cuando hay una crisis de salud y aparece en un país, esto le ofrece la oportunidad de resolver y adaptarse. Si se pierde el tiempo negando, minimizando el problema a la hora que le llega, en este caso a México, se perdió una valiosa oportunidad para prepararse mejor.

Cuba y muchos otros países en América Latina, donde todavía no ha llegado la pandemia de manera severa, ya están actuando mucho antes que México: El Salvador, Chile y Ecuador, como Cuba, comenzaron a tomar medidas bastante enérgicas mucho antes que México. Por eso es que el retraso implica que se ha perdido tiempo.  Hay países latinoamericanos que han actuado rápidamente.  En cambio, México y Brasil, con gobiernos populistas, son los que han tenido más resistencia a aplicar medidas.

 Ahora hay que ver hacia delante, se puede recuperar el tiempo con medidas enérgicas y esperemos que en el caso de México se le restituyan al sistema de salud los recursos que se le recortaron y además se agreguen fondos para poder enfrentar la emergencia.

Hay que evitar que en México suceda lo que pasó en Italia, con un sistema de salud, abrumado, y como decía yo, hay que rápidamente reforzar el distanciamiento social, distribuir mejor en un tiempo la aparición de casos para que no se abrume el sistema de salud. Creo que es la clave en este momento. 

Ahí está  otro gran problema: la crisis económica, el debilitamiento de las economías, abrumador sobre todo en los países más débiles. Naciones Unidas anunció un plan contra el coronavirus de 19 mil millones de euros. Es importante para países con economías débiles.  Sí es muy importante, porque hay países que no van a poder lidiar con esto, pero, insisto, las políticas de salud anteriores del gobierno dejaron a México en situación vulnerable. 

Esta es la oportunidad que tiene el gobierno mexicano de invertir la situación y tomar acciones inmediatas para poner recursos para atender cuestiones indispensables, como es tener el equipo de protección para médicos y enfermeras (en España e Italia mucho personal de salud se ha contagiado por falta de estos equipos). Es  fundamental estar listos con equipo de protección personal de salud para evitar contagios.  Todos los expertos están previendo que habrá un pico de demanda, ojalá se implemente el distanciamiento social y haya posibilidad de una respuesta eficaz.  México tiene muy buenos hospitales, otro beneficio del distanciamiento social es que se gana tiempo para  los científicos que están trabajando ahora para realizar pruebas diagnósticas de medicamentos y eventualmente una vacuna.  Da tiempo para soluciones y sobre todo un medicamento que pueda mejorar los síntomas de los pacientes más graves. Pero necesitamos tiempo.

Este gobierno ha recortado el presupuesto para la investigación y ahora estamos viendo cómo la ciencia es crucial para encontrar soluciones para este tipo de retos.  Hay que estar invirtiendo en ciencia para estar más listos ante emergencias de este tipo.  No va a ser la última, vamos a salir delante de esta pandemia, se van a tener que hacer muchos sacrificios, pero si se hacen a tiempo va a haber una recompensa.  Y lo que tenemos que aprender es a no debilitar los sistemas de salud, no debilitar la investigación científica, sino al contrario, fortalecerlas para tener mejores condiciones para enfrentar los retos. Mantener una comunicación sin contradicciones y fluida, que cree confianza.

México tiene que prepararse para salir de esta pandemia en un plazo mediano, no será dentro de unos días y no hay de otra.  Sin embargo, hay que mantener el espíritu en alto porque lo vamos a necesitar. Lo que haga el personal de salud y científicos para encontrar un medicamente o producir una vacuna requiere de tiempo. Todos tenemos que jalar parejo observando las medidas de distanciamiento social y también las medidas básicas de higiene personal, para mantenernos claros. Tenemos que jalar parejo, concluye el doctor Frenk.
 

El doctor Julio Frenk:

Rector de la Universidad de Miami

Fue Decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard

Secretario de Salud de México 2001-2006

DG Fundador del Inst. Nal. de Salud Pública

Posiciones Directivas en OMS,

Fundación Bill y Melinda Gates

Instituto CARSO de la Salud

Es una Eminencia en materia de salud y

Epidemiología reconocido mundialmente

Ha recibido 10 Doctorados Honoris Causa

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