El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, nominará al general retirado Lloyd Austin como secretario de Defensa, revelan hoy medios estadounidenses citando a fuentes enteradas de la decisión.
El portal Politico fue el primero en informar de la selección de Lloyd Austin, un excomandante del Comando Central del Pentágono y veterano de conflictos en Irak y Afganistán que, de ser confirmado por el Senado estadounidense, se convertirá en el primer hombre afroestadounidense en encabezar el Departamento de Defensa.
El general de 67 años, retirado en 2016, superó a la hasta ahora favorita para el puesto, la exsubsecretaria de Defensa Michele Flournoy, en medio de la creciente presión sobre Biden para que nombre a más miembros de minorías en puestos clave de su gabinete.
Además de comandante del Comando Central, Austin fue subjefe de personal del Ejército estadounidense.
Según la ley estadounidense, para poder asumir como secretario de Defensa, un funcionario de las Fuerzas Armadas debe tener siete años en retiro efectivo, un requisito que no cumple Austin, por lo que requeriría una dispensa del Congreso, como la que se otorgó a Jim Mattis para ser secretario de Defensa del presidente Donald Trump.
Biden anunció además al que espera sea su equipo de Salud, encabezado por el hispano Xavier Becerra, actual fiscal general de California, y en el que el epidemiólogo Anthony Fauci, el rostro más popular en Estados Unidos frente a la pandemia, será su asesor médico jefe.
Mientras tanto, la lucha de Trump contra los resultados de las elecciones que perdió el mes pasado en Estados Unidos se está convirtiendo en un fiasco, vapuleada por los jueces, debilitada por testigos poco serios y sin su principal abogado, Rudy Giuliani, enfermo de Covid-19. “Este tema ilustra bien la expresión: ‘El tren ya pasó’”, escribió una jueza federal que se negó a invalidar la victoria de Biden en Michigan.
Este revés es el último de una larga serie: más de 40 de los cerca de 50 recursos judiciales presentados por el equipo de Trump para impugnar las elecciones ya han sido rechazados por los jueces o abandonados por los impulsores. Por ejemplo, ayer el estado de Georgia certificó nuevamente la victoria de Biden.
El gobernador Brian Kemp recertificó los electores presidenciales, después de que el secretario del estado, Brad Raffensperger, señalara que el recuento manual y formal, solicitado por la campaña de Trump, confirmó la victoria de Biden.