Nos hacen ver que algunos de los opositores de la 4T ven con interés el caso del líder del Partido Verde en la Ciudad de México, Jesús Sesma , quien la semana pasada desnudó en sus redes sociales la falta de atención médica a uno de sus cercanos durante esta emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus Covid-19 .
El pasado miércoles, don Jesús lanzó en Twitter un mensaje desesperado, pues dijo llevar horas de uno a otro hospital, en búsqueda de atención a una persona que “requiere hospitalización urgente”.
En carne propia vivió el viacrucis de peregrinar por 5 hospitales –según escribió- en los que la aplicación móvil de las autoridades decía que había cupo, pero al llegar, ni esos 5, ni otros privados, querían recibir a su paciente, por estar saturados.
“Necesitamos que nos informen con la verdad porque ni el 911 ni la App CDMX cumplen su función. ¿A qué nos enfrentamos?”, escribió en la desesperación, aunque más adelante consideró no que sus aliados mienten, sino que seguro el sistema tenía fallas.
En las redes el político recibió diversos comentarios, algunos de ellos le decían que como aliados los del PVEM han avalado la forma en la que la 4T ha decidido manejar el sistema de salud en el país.
Así terminó ese día y al siguiente, 11 horas después, Locatel lo contactó en la red social. Al final, según el dirigente reportó el viernes, un conocido le ayudó a ingresar a su paciente en un hospital privado .
Miembros de la oposición señalan con ironía que el caso del dirigente del PVEM no debía molestar a Sesma, sino por el contrario, debe sentirse orgulloso de que la transformación a la que apoya está cumpliendo con su palabra y no le está dando ningún trato preferencial , sino que recibe la misma atención que cualquier otro ciudadano. Si es buena, o es mala, esa ya es otra cosa.
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