El expresidente republicano se autodenominó este sábado como "un disidente político orgulloso" en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en National Harbor, Maryland, en la que se centró en gran medida en las elecciones de noviembre y su probable revancha contra el actual mandatario Joe Biden.

Al reflexionar sobre sus propios problemas legales, Trump repitió afirmaciones infundadas de que es blanco de persecución política. Le dijo a la multitud del CPAC que es "un disidente". "Me han acusado más veces que a Al Capone", dijo el republicano.

“Un voto por Trump es su boleto de regreso a la libertad, es su pasaporte para salir de la tiranía y es su único escape de la vía rápida de Joe Biden y su pandilla hacia el infierno", declaró el republicano.

"En muchos sentidos, estamos viviendo en un infierno en este momento porque el hecho es que Joe Biden es una amenaza para la democracia, realmente es una amenaza para la democracia”, continuó Trump.

“Hoy estoy ante ustedes no sólo como su pasado y, ojalá, futuro presidente, sino como un orgulloso disidente político. Soy un disidente”, afirmó.

"Lo único que se interpone entre ustedes y la destrucción [de Estados Unidos] soy yo", arengó a la multitud. "Para lograr nuestro futuro, tenemos que liberarnos de las cadenas de la clase política, y eso comienza con el corrupto Joe Biden", afirmó el expresidente. "Eso comienza diciéndole: '¡Estás despedido!'"

Describió al demócrata Biden como "el presidente más incompetente de la historia de nuestro país", entre fuertes aplausos.

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El expresidente republicano prometió que su “primera y más urgente acción” será “sellar la frontera, detener la invasión… enviar a los extranjeros ilegales de Joe Biden de regreso a casa".

"Vamos a tener que hacerlo rápido porque ningún país puede sostener lo que está sucediendo en nuestro país", dijo, y agregó: "Es una nueva categoría de delito y quería llamarlo 'crimen de migrantes de Biden', pero es demasiado largo". por eso lo llamamos simplemente 'crimen migrante'”.

Remarcó que "será la deportación más grande en la historia de nuestro país y no tenemos otra opción".

En política exterior, Trump se presentó a sí mismo como un baluarte contra el declive de Estados Unidos en el mundo, sugiriendo que China quiere dominación tanto militar como económica.

“Los dejaré con este último mensaje. Vamos a ganar las elecciones. Vamos a ganarlo en grande y lo vamos a ganar más que nunca... Vamos a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, dijo.

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