Reino Unido rebajó ayer la alerta terrorista del nivel “crítico” al segundo de la escala, “grave”, tras la detención de dos sospechosos al parecer relacionados con el atentado explosivo contra un tren del Metro de Londres que dejó 30 heridos el viernes.

La ministra del Interior británica, Amber Rudd, anunció la medida, que implica que ya no se considera un atentado como “inminente”, sino “altamente probable”. La policía ha hecho buenos progresos en las investigaciones, destacó.

Previamente las autoridades informaron de la detención de un joven de 21 años poco antes de la pasada medianoche en Hounslow, cerca del aeropuerto londinense de Heathrow, horas después de que otro muchacho de 18 años fuera retenido en la sala de embarque del puerto de Dover, en el suroeste de Inglaterra, en virtud de la ley antiterrorista de 2000.

Los dos, según la policía, fueron llevados a una comisaría del sur de Londres para ser interrogados sobre la explosión de una bomba casera el viernes en un tren de la línea de Metro District, en la estación de Parsons Green, que dejó 30 lesionados, de los cuales uno sigue hospitalizado. Scotland Yard no ha facilitado ni las identidades ni las nacionalidades de los jóvenes.

Según la BBC, la fabricación de la bomba era similar a la que estalló en mayo en un concierto en Manchester y que dejó 22 muertos.

La detención de un segundo sospechoso hace pensar que no se trató de un “lobo solitario”, señaló Rudd.

Rudd señaló que es muy pronto para tener resultados concluyentes. La ministra se manifestó cautelosa sobre el tema de la autoría, que se ha adjudicado el Estado Islámico, pues “no tenemos ningún indicio que así lo indique”.

Mark Rowley, que encabeza la operación policial antiterrorista, dijo que los usuarios de Metro verán una fuerte presencia policial y militar en los días siguientes. “Por motivos prácticos y de precaución, decidimos que permanezcan los refuerzos”, dijo.

En tanto, un vuelo de British Airways que se dirigía de París a Londres con 130 pasajeros a bordo fue retrasado ayer debido a una alerta de bomba que resultó falsa.

La amenaza habría sido emitida por una mujer de 50 años, a quien se le habría negado el acceso a bordo por falta de un boleto válido a 10 minutos del despegue. La sospechosa, quien habría afirmado que el avión iba a explotar, fue detenida. Agencias

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