La presunta narcolancha que recibió el polémico doble ataque de las fuerzas armadas estadounidenses en aguas internacionales el pasado 2 de septiembre se encontraba reunida con un buque que se dirigía rumbo a Surinam, según habría revelado un almirante al Senado, de acuerdo con CNN.
Durante una citación privada con dos comités del Senado, el almirante Frank Bradley habría informado a los congresistas que la lancha que recibió los multiples ataques en el Caribe estaba al lado de un barco más grande que iba camino a Surinam, de acuerdo con una exclusiva de CNN.
Bradley argumentó ante los senadores de que según los informes de inteligencia existía la posibilidad de que el cargamento de drogas hubiera llegado desde Surinam a Estados Unidos.

El detalle develado por el encargado de las operaciones especiales de la milicia estadounidense era desconocido cuando el Washington Post puso en el centro de la polémica a los altos mandos del Pentágono por haber ordenado los ataques extras al determinar que habían dos sobrevivientes al primer lanzamiento.
De acuerdo con las fuerzas armadas, el ejército estadounidense habría impactado un total de cuatro veces el bote, la primera partiéndola por la mitad, y tres más que eliminaron a dos sobrevivientes que intentaban aferrarse a una parte de la embarcación antes de ser hundida.
Las fuentes anónimas citadas por CNN aseguran que Bradley contó que antes del segundo ataque los sobrevivientes se encontraban agitando un objeto en el aire, pero no tuvieron claridad de que si se estaban rindiendo o pidiendo ayuda.
Este ataque ha puesto en tela de juicio la campaña militar ordenada por el presidente, Donald Trump, en el Caribe cerca de las costas de Venezuela y el Pacífico Oriental cerca de Colombia, bajo la justificación de combatir el narcotráfico.
Además, esta semana la familia de un pescador colombiano, respaldados por el abogado del mandatario colombiano, Gustavo Petro, denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una posible "ejecución extrajudicial", durante otro ataque en el Pacífico el pasado septiembre.
Desde que el Comando Sur de Estados Unidos inició el operativo han hundido más de 22 lanchas adjudicadas a organizaciones criminales sin presentar pruebas y asesinado a más de 80 tripulantes.