San Salvador.— A principios de mayo, las autoridades de El Salvador registraron el asesinato de dos mujeres y dos hombres en una localidad del departamento de Santa Ana. Por las cuatro muertes fue capturado Hugo Ernesto Osorio Chávez, un expolicía, de 51 años, llamado por las autoridades el psicópata de Chalchuapa.

Aunque inicialmente fue detenido por estos asesinatos, en su residencia, hasta el lunes, se han encontrado al menos 27 cuerpos, informó ayer La Prensa Gráfica. El exagente fue dado de baja en 2010 por señalamientos de los delitos de estupro y violación y quien ahora es señalado principalmente por el feminicidio de dos mujeres, encontradas al interior de su vivienda el pasado 7 de mayo. La mayoría de los cadáveres son de mujeres.

Las primeras víctimas identificadas fueron Mirna Cruz Lima, de 57 años, y su hija Jacqueline Cristina Palomo Lima, de 26.

De acuerdo con las autoridades, Osorio se quedó en la escena del crimen e intentó quitarse la vida, lo que facilitó su captura. Desde ese momento inició una investigación en su casa.

Osorio podría ser considerado un asesino serial. Según el medio local El Salvador, primero se hallaron dos cuerpos en una fosa: el del otro hijo de Mirna, Alexis, de 23 años, y el del hermano de Osorio. Algunos de los restos corresponden, al parecer, a personas asesinadas hace dos años o incluso más. Entre los muertos se registra una niña, de siete años, y otros dos menores.

La fiscal Graciela Sagastume indicó que la mayoría de casos son feminicidios y que “absolutamente todas” las víctimas fueron agredidas de forma sexual.

El Ministerio Público dijo que en un terreno colindante a la casa de Osorio hay “siete fosas más donde se presume este asesino enterró a otras víctimas” y que, con esta investigación, se podrán esclarecer “casos de personas que habían sido reportadas como desaparecidas” hace varios meses, incluso años. La fiscalía acusó penalmente a 10 personas por su supuesta complicidad en los asesinatos.

Mauricio Arriaza Chicas, director de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo sobre los asesinatos descubiertos en Chalchuapa, Santa Ana, que es un caso en donde los agresores, son coyotes, expolicías, exsoldados y vendedores: “En el caso del homicida de Chalchuapa logramos detectar que en muchos casos, se valió del uso de redes sociales para hacer llegar a las víctimas a su casa, hacemos el llamado a los padres de familia a estar pendientes del uso de redes sociales de sus hijos”.

El exagente Osorio, de acuerdo con sus compañeros, desde que estaba en la institución tuvo conductas inapropiadas: solía publicar su número de teléfono en espacios públicos para establecer relaciones con menores de edad. A mediados de 2012 fue capturado en un centro comercial mientras se disponía a llevarse a una menor en una moto tras prometerle un pago por servicios sexuales. A raíz de ese caso, fue expulsado de la Policía.

Osorio llevaba varias mujeres a su casa, le gustaba el licor y la marihuana. Según él mismo confesó, solía contactar a jóvenes con engaños y las trasladaba hasta su vivienda, donde las violentaba hasta, finalmente, asesinarlas.

*Con información de El Tiempo y La Prensa Gráfica

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