El exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de , se declaró hoy no culpable de todos los cargos que se le imputan, en una audiencia caótica que incluso fue suspendida unos minutos por el juez Brian Cogan, después que varios reporteros mexicanos no hicieran caso de las peticiones de silenciar sus teléfonos y continuamente interrumpieran el inicio de la sesión.

La audiencia programada para este miércoles es para leer a García Luna la actualización de su acusación en Estados Unidos, que añade el cargo de pertenencia a una empresa criminal desde enero de 2001 con seis agravantes por distribución de alrededor de 53 mil kilogramos de cocaína, a los cuatro delitos imputados anteriormente (tres por narcotráfico y uno por falsedad declaratoria).

El exsecretario de Seguridad Pública se declaró no culpable de los cinco delitos de los que se le acusa en una corte de Estados Unidos, cargos que incluyen el liderazgo de una empresa criminal, narcotráfico y falsedad de declaración a agentes migratorios estadounidenses.

Sin embargo, la audiencia judicial, celebrada por teleconferencia por la pandemia de Covid-19, se convirtió en un caos. Desde el inicio se oían emisoras radiales mexicanas transmitiendo en vivo, periodistas que en español decían estar en las puertas de la corte de Nueva York diciendo información falsa sobre el procedimiento, y varios gritos y comentarios.

El juez Cogan, ya de por sí impaciente, sólo aguantó 10 minutos el escándalo. Múltiples interrupciones, gritos, música y toses de las decenas de personas que se habían conectado para escuchar el proceso judicial, tras conseguir el teléfono y código de conexión por su difusión en las redes sociales, le pusieron al borde del ataque de nervios. “He pedido a la prensa mexicana repetidamente que dejen de hablar en esta llamada”, dijo Cogan.

“Si no puedo continuar pararé esta llamada y emplazaré (la audiencia) para más tarde”, amenazó el juez, en una advertencia que no surtió el efecto esperado.

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La asistente del juez intentó silenciar todas las líneas que no fueran las del juez, los fiscales, los abogados defensores y la intérprete que traducía para García Luna, pero desistió en el intento. Cogan decidió cortar tajantemente y cancelar la audiencia, informando a las partes que hablaría con ellos para reprogramar la audiencia y analizar cómo manejar el acceso futuro.

Ya con Cogan, abogados y fiscalía fuera de la llamada, se escuchó un grito de enojo de uno de los participantes, dirigido a aquellos que fueron incapaces de silenciar sus teléfonos y permitir que la audiencia se celebrara sin problema. “Chinguen a su madre”, se oyó.

Poco después, se anunció la reanudación de la sesión. Tras la declaración de no culpable, se fijó nueva fecha de audiencia para el 7 de diciembre.

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Genaro García Luna

fue arrestado el pasado diciembre en Dallas (Texas) y acusado de narcotráfico y de aceptar sobornos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, mientras era el encargado de seguridad nacional en México bajo la presidencia de Felipe Calderón, lo que habría permitido el envío de toneladas de cocaína y otras drogas a

Cargos contra Genero García Luna

En una mañana muy accidentada en el sistema de audiencias telefónicas de la corte del distrito este de Nueva York por culpa del comportamiento incomprensible de algunos periodistas mexicanos, que obligaron a posponer durante diez minutos la vista judicial por su incapacidad de silenciar sus teléfonos, García Luna cumplió con las previsiones de no aceptar la culpabilidad de la actualización del documento de acusación formal que le vincula al cártel de Sinaloa durante su etapa de funcionario público.

Toda la vista se centró en el repaso de los cargos de los que se le acusa, delitos cometidos desde el año 2001 hasta la fecha, y que le podrían llevar a ser condenado a cadena perpetua. El más importante, añadido en una revisión de la acusación el pasado mes de julio, alega que el exsecretario mexicano formó parte de una “empresa delictiva”, mismo cargo por el que ya fue acusado, condenado y sentenciado Joaquín “Chapo” Guzmán.

“Específicamente se alega que cometió seis infracciones, que las cometió con cinco o más personas, que supervisó o gestionó esas cinco personas, y que obtuvo ganancias sustanciales”, explicó el juez Brian Cogan, el mismo que se encargó del proceso al narcotraficante sinaloense. Entre las cinco personas de la “empresa delictiva” se encuentran Luis Cárdenas Palomino, ex director de Seguridad Regional de la policía federal, y Ramón Pequeño García, quien estuvo al frente de la División antidrogas cuando García Luna fue nombrado secretario y después pasó a la división de inteligencia de Inteligencia de la policía federal.

Esas seis violaciones corresponden a la conspiración para distribuir alrededor de 53 mil kilos de cocaína a los Estados Unidos.

La acusación también incluye tres delitos por narcotráfico -conspiración para obtener, poseer, distribuir e importar cocaína a los Estados Unidos-, y un último cargo por alegar falsamente ante las autoridades migratorias, en junio de 2018, que jamás había cometido un delito por el cual no había sido arrestado”.

Fue el abogado de García Luna, César de Castro, el encargado de confirmar la declaración de no-culpabilidad del funcionario mexicano. García Luna, que compareció por videoconferencia, solo habló para decir “sí, señor” al aceptar que la audiencia se celebrara en remoto, y para dar las gracias al terminar la audiencia.

La próxima audiencia está programada para el 7 de diciembre, en la que, según como avance el proceso, se podría determinar una fecha tentativa de un juicio que se calcula que podría durar entre dos o tres meses, si bien todavía queda la opción que se llegue a un acuerdo extrajudicial que lo evite. Al igual que en el juicio de “El Chapo”, la fiscalía anunció que pedirá que el jurado popular sea anónimo y esté aislado, en caso de celebrarse juicio.

Hasta el 7 de diciembre, fiscalía y defensa seguirán intercambiando documentos, que por el momento superan las 189 mil páginas, sin contar comunicaciones interceptadas y archivos digitales extraídos de los aparatos electrónicos incautados en su arresto en Dallas, el pasado mes de diciembre. Documentos que, por el contexto pandémico, está siendo complicado que García Luna y su abogado puedan revisar y acceder fácilmente; Cogan se comprometió, junto a los fiscales, a seguir trabajando para mejorar el sistema.

lsm

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