Londres.— El funeral del príncipe Felipe, fallecido el viernes a los 99 años, tendrá lugar el próximo sábado, día 17, en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor, anunció ayer el Palacio de Buckingham. La ceremonia comenzará a las 15:00 BST, cuando se pedirá a la nación que guarde un minuto de silencio en tributo al esposo de la reina Isabel II.

El féretro con el cuerpo del duque de Edimburgo permanecerá en una capilla privada del castillo hasta la mañana del sábado 17, cuando será trasladado en una procesión ceremonial, acompañado por el príncipe Carlos, su primogénito, y otros miembros de la familia real.

El estandarte personal del príncipe, una corona de flores, su espada y su gorra de la Marina Real británica decorarán el ataúd de Felipe, cuyo funeral no será precedido por un velorio público, como fue su deseo.

“El duque tendrá un funeral ceremonial, en lugar de un funeral de Estado”, menciona la BBC. Las exequias estarán limitadas por las medidas en vigor contra la pandemia de coronavirus, que restringen los asistentes a funerales en Inglaterra a 30 personas. El deán de Windsor, el arzobispo de Canterbury y ocho portadores del féretro estarán presentes en la capilla. Según la BBC, “los invitados se distanciarán socialmente y usarán cubiertas faciales”.

Un vocero del Palacio detalló a los medios que la duquesa de Sussex, Meghan, que está embarazada, ha recibido la recomendación médica de no viajar al Reino Unido para asistir a la ceremonia junto a su esposo, el príncipe Enrique, quien sí estará presente. El Reino Unido mantendrá el luto oficial hasta el día del funeral, un periodo que la familia real británica concibe como una ocasión para celebrar la “extraordinaria vida” del duque. Después del servicio, será enterrado en la Bóveda Real.

“La reina Isabel II viajará por separado a la capilla para el servicio”. “Este es naturalmente un momento de tristeza y duelo para la familia real y para muchos otros que conocieron y admiraron al duque de Edimburgo”, señaló el vocero real, que recalcó que es también la oportunidad de recordar su “enorme contribución y permanente legado”. Dijo: “Su influencia es mayor de lo que muchos podrían imaginar que era su papel de consorte”. Para permitir “al mayor número de miembros de la familia asistir a los funerales”, el primer ministro Boris Johnson no asistirá.

El 9 de abril, fecha del deceso, empezó un luto nacional que se prolongará hasta las 8:00 horas del día siguiente del funeral. Las banderas oficiales permanecerán a media asta hasta entonces. Sin embargo, el estandarte real, situado encima de la residencia real, seguirá ondeando en señal de que la monarquía continúa. La familia real inició dos semanas de luto; sin embargo, algunos de sus compromisos se mantendrán.

Más temprano, salvas de cañón saludaron la memoria del príncipe Felipe en todo el Reino Unido. Desde la Torre de Londres, a orillas del Támesis, los castillos de Edimburgo, Belfast, Gibraltar o los barcos de la Royal Navy, donde sirvió durante la Segunda Guerra Mundial, el retumbar de los cañones resonó a partir de las 12:00 horas.

Conocido por decir lo que pensaba, el príncipe Felipe llamaba la atención por sus comentarios provocadores, a veces teñidos de racismo o sexismo.

Pero los británicos también recuerdan su incansable devoción por la monarquía, a la que contribuyó a modernizar y humanizar, y su presencia, en segundo plano pero indefectible, al lado de la soberana. El viernes por la noche, la campanas de la abadía de Westminster, donde se casó en 1947, tañeron 99 veces, una por minuto. En los encuentros de la Premier League de futbol se guardará un minuto de silencio. Los hijos del príncipe compartieron sus recuerdos.

Su hija Ana describió a un padre que “siempre estaba ahí”.

El primogénito del duque y la reina, de 72 años, el príncipe Carlos, rindió tributo a su padre en una declaración a los medios.

“Como pueden imaginar, mi familia y yo echamos enormemente de menos a mi padre. Era una figura muy amada y apreciada que, puedo imaginar, se habría sentido profundamente conmovido por la cantidad de personas, aquí, en todo el mundo y en la Commonwealth, que comparten nuestra pérdida y nuestra tristeza”, afirmó.

El papa Francisco envió un mensaje de pésame a la reina y resaltó “la dedicación del príncipe Felipe al matrimonio y a la familia”. Los príncipes Andrés y Eduardo visitaron el sábado a su madre Isabel II en el castillo de Windsor. “La reina ha estado fantástica”, dijo la condesa de Wessex, Sofía, esposa del príncipe Eduardo, al salir del castillo.

Críticas por la cobertura

La cobertura de la BBC no evitó críticas de algunos telespectadores o seguidores.

“Recibimos quejas sobre una cobertura televisiva excesiva sobre la muerte de su Alteza Real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Les rogamos dejen su dirección electrónica para registrar su queja al respecto, les mandaremos una respuesta de la BBC en cuanto sea posible”, señaló el grupo.

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