Washington. Marie Yovanovitch, exembajadora de Estados Unidos en Kiev hasta el pasado mes de mayo, compareció este viernes ante tres comités de la Cámara de Representantes en el que, por ahora, fue el interrogatorio congresional más significativo en la pesquisa hacia el juicio político del presidente Donald Trump.

Yovanovitch fue embajadora en Ucrania hasta el pasado mayo cuando, en su opinión, fue destituida por “afirmaciones falsas y sin fundamentos de gente con motivos claramente cuestionables”, que llevaron a un despido que la dejó “incrédula”.

Según varios medios Rudy Giuliani, abogado personal del presidente y exalcalde de Nueva York, la habría atacado duramente y liderado una campaña en su contra con alegaciones sin sustento de que intentó retener esfuerzos anticorrupción en Ucrania y que propició la caída de Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump condenado a cárcel por fraude fiscal y de turbios lazos con el poder ucraniano.

También fue acusada de impedir una investigación ucraniana sobre una supuesta trama de corrupción del exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter en el país europeo, algo que el propio departamento de Estado dijo que era una “invención descarada”.

En ese sentido, su nombre también es central en la investigación criminal que involucra a dos socios de Rudy Giuliani, abogado del presidente, acusados de financiación ilegal de campaña y que habrían intentado comprar cargos electos para que presionaran y ayudaran a destituir Yovanovitch para satisfacer a un alto funcionario ucraniano.

Los demócratas al frente de los comités explicaron que tuvieron que emitir un citatorio obligatori para Yovanovitch ya que “el Departamento de Estado, por directrices de la Casa Blanca, indicó a la embajadora que no apareciera de forma voluntaria”.

La pesquisa hacia el impeachment no hará más que acelerar en los próximos días. La semana que viene seguirán los interrogatorios, y es más que probable que el próximo jueves comparezca Gordon Sondland, embajador ante la Unión Europea y figura más que clave en el entramado ucraniano.

Sondland tenía que comparecer el pasado martes de forma voluntaria pero el Departamento de Estado lo prohibió; la Cámara entonces emitió un citatorio obligatorio, que se cumplirá el jueves siempre que la administración Trump no intente, de nuevo, torpedear su comparecencia. El embajador en Europa es clave en la trama, ya que él aparece como el origen de mensajes de texto y correos electrónicos que evidenciarían el interés de la Casa Blanca de presionar el gobierno ucraniano a cambio de trapos sucios de los Biden.

La próxima semana también está previsto que comparezcan Fional Hill, la antigua asesora de Trump sobre Rusia, y dos funcionarios de alto rango del Departamento de Estado, George Kent y Ulrich Brechbuhl; todos ellos a puerta cerrada y a la espera de que la administración no bloquee su presencia ante los comités.

Un bloqueo que para los demócratas es, claramente, “obstrucción” de la investigación del poder legislativo.

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