Lithoreda abanatica en la mano de uno de los investigadores
Marvin A. Altamia Reuben Shipway
El gran misterio es de donde extrae este animal su alimento, ya que en la roca no hay nutrientes.

Reuben Shipway tuvo que extraer con mucho cuidado de una roca a esta criatura extraña.

Parecía una "salchicha traslúcida", según un comunicado de la Universidad Northwestern en Estados Unidos, donde trabajaba el investigador.

El animal resultó ser una especie de los llamados comunmente "gusanos de los barcos". Estos animales tienen el aspecto de un gusano pero son moluscos, y tienen ese nombre por masticar y digerir la madera en las embarcaciones hasta llenarlas de orificios.

El animal extraído por Shipway, sin embargo, no comía madera sino roca. Y defecaba arena.

Viejo conocido

El molusco fue hallado en el río Abatan, en la Isla de Bohol, en Filipinas. Los científicos creen que el animal solamente vive en una determinada sección del río.

Los investigadores llamaron al gusano Lithoreda abanatica. La primera parte del nombre incluye los términos en latín para roca (litho), y gusano (teredo). La segunda parte del nombre es una referencia al río donde fue encontrado.

Molusco que come roca y excreta arena
Marvin A. Altamia Reuben Shipway
Aunque para los científicos el animal es totalmente nuevo, los habitantes locales en Filipinas no solo lo conocen sino que lo comen.
Piedras en el río Abatan en Filipinas
Marvin A. Altamia Reuben Shipway
El molusco fue hallado en piedras en una sección del río Abatan, en la Isla de Bohol, en Filipinas.

El animal es tan extraño para la ciencia que no se trata solamente de una nueva especie, sino de un nuevo género.

Sin embargo, para los habitantes de la isla era un viejo conocido.

"Supimos por primera vez sobre este gusano de los barcos desconocido gracias a una expedición anterior del Museo de Historia Natural dirigida por Philippe Bouchet", explicó Shipway a BBC Mundo.

"Los pobladores locales también fueron esenciales para hallar este animal que ellos llaman 'antingaw'".

"Los gusanos de los barcos son considerados un delicatessen en Filipinas, y aparentemente las madres jóvenes los comen para inducir la lactancia".

Molusco que come roca asomándose de un orificio en la roca
Gentileza Dan Distel
Los científicos quieren saber si la comunidad bacteriana dentro del animal podría aportarle alimentos.
Rocas con los agujeros donde se encontraban los moluscos
Marvin A. Altamia Reuben Shipway
Shipway debió extraer los animales de las rocas con mucho cuidado.

"Es un animal casi mítico," señaló Shipway, actualmente investigador de la Universidad de Massachusetts y autor principal de un nuevo estudio que describe científicamente al animal.

"Esto es algo típico de los científicos. Vamos a lugares y "descubrimos" estos animales, pero la población local ya los conoce hace mucho tiempo", señaló Dan Distel, director del Ocean Genome Legacy Center, Centro del Legado del Genoma del Océao de la Universidad Nortwestern y otro de los autores del estudio.

¿Cómo se alimenta?

Los gusanos habían cambiado completamente el ecosistema. Las rocas estaban llenas de orificios, y de muchos de esos agujeros sobresalían los sifones o estructuras tubulares de los animales.

Los orificios abandonados por los moluscos eran ahora el hogar de pequeños peces y crustáceos.

Los gusanos miden cerca de 150 milímetros de largo. Y son diferentes físicamente de los gusanos de la madera, ya que tienen dientes más grandes para perforar la roca, según el estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, la revista de la Academia de Ciencias de Reino Unido.

Roca llena de agujeros causados por Lithoreda abanatica
Marvin A. Altamia Reuben Shipway
Los moluscos son verdaderos ingenieros de su ecosistema. En los agujeros abandonados pueden vivir peces pequeños y crustáceos.

Uno de los grandes enigmas es de dónde obtienen estos gusanos su energía, ya que en la roca no hay nutrientes que puedan absorber.

Los científicos creen que estos pequeños moluscos obtienen alimento a través de las bacterias que viven en su organismo.

"Estamos particularmente interesados en estudiar las bacterias simbióticas que viven dentro de este animal, y queremos saber si esa comunidad bacteriana le aporta alimentos", señaló Shipway a BBC Mundo.

"Es la gran pregunta que estanos investigando ahora".

Y esa relación simbiótica con bacterias podría ser importante para la salud humana.

Salud humana

Shipway forma parte de una iniciativa llamada "Grupo Internacional Cooperativo de Biodiversidad sobre Simbiontes de Moluscos de Filipinas", Philippine Mollusk Symbiont International Cooperative Biodiversity Group (PMS-ICBG).

El proyecto es una colaboración de universidades filipinas y estadounidenses, entre las que se encuentran el Ocean Genome Legacy de la Universidad Northeastern, la Academia de Ciencias Naturales de Filipinas, la Universidad de Utah y el Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Filipinas.

El proyecto tiene como objetivo documentar la biodiversidad del país asiático y buscar allí compuestos útiles para la medicina humana.

¿Pero qué relación pueden tener estos gusanos con la salud humana?

"Si siempre miras los mismos organismos, continuarás encontrando los mismos compuestos. Pero necesitamos compuestos nuevos", señaló Margo Haywood, profesora de química medicinal en la Universidad de Utah y directora del "Proyecto de simbiontes de moluscos de Filipinas".

"Nuestra nueva fuente de compuestos son las bacterias que viven en moluscos en distintas asociaciones, algo que solo comenzó a ser investigado muy recientemente".

Dan Distel y Reuben Shipway en el Centro de Ciencias Marinas de la Universidad Northwestern
Matthew Modoono/Northeastern University
Dan Distel (izquierda) y Reuben Shipway han venido estudiando las bacterias en los gusanos de los barcos en el Centro de Ciencias Marinas de la Universidad Northwestern, Estados Unidos.

La teoría es que las bacterias que coexisten con un organismo dentro de él —las llamadas bacterias simbióticas— evolucionaron para beneficiar a su huésped sin matarlo.

Si las bacterias no son dañinas para un molusco, es poco probable que lo sean para un ser humano.

En el caso del gusano de los barcos, las bacterias que viven en ellos descomponen la madera en azúcares útiles.

Y los investigadores quieren determinar si las sustancias químicas producidas por esas bacterias también podrían ser útiles para la producción de nuevos antibióticos, o medicamentos para combatir el VIH, el cáncer y otras enfermedades.

El próximo paso es analizar las bacterias de Lithoredo, que según Distel "son diferentes de las del gusano de los barcos y probablemente de todas las otras bacterias simbióticas que conocemos hasta ahora".



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