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La Paz.— El centro de La Paz registró ayer enfrentamientos entre defensores y detractores del presidente de Bolivia, Evo Morales, con elementos policiacos que dispersaron a ambos bandos.
Los choques comenzaron al paso de una marcha convocada por colectivos cívicos para pedir la renuncia del presidente, al que acusan de fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre.
La marcha, en la que participaban muchos universitarios, se cruzó con colectivos afines al mandatario cerca de donde se encuentra la sede del gobierno boliviano, ante la que grupos de mineros, obreros y campesinos realizaban una vigilia en apoyo de Morales.
Algunos de los manifestantes intercambiaron piedras y palos, hasta la llegada de la policía para dispersarlos y establecer un cordón de seguridad entre ambos bandos.
Estos incidentes se producen en la misma zona en la que el jueves de la semana pasada hubo enfrentamientos entre contrarios al presidente y la policía, que utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los violentos. La Defensoría del Pueblo de Bolivia llamó en un comunicado a “calmar los ánimos”.
Más temprano, el líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho anunció ayer que regresará a La Paz, y todas las veces que sea necesario, para entregarle al presidente Evo Morales una carta de renuncia para que la firme, tras fracasar en su primer intento.
“La historia se repite”, declaró Morales en un mitin en una plaza de La Paz, al recordar que hace cuatro décadas el general golpista Luis García Meza le llevó una carta de renuncia a la presidenta Lidia Gueiller (1979-1980), instaurando una dictadura.
Morales, quien cerró su discurso gritando: “¡Patria o muerte!”, llamó a sus seguidores a “enfrentar y rechazar el golpe de Estado de los racistas que intentan recuperar el poder político”.
Tras proclamar el lunes en un mitin en Santa Cruz que le llevaría a Morales la carta de dimisión, Camacho llegó al aeropuerto de El Alto, que sirve a La Paz, pero no pudo salir de la terminal, copada por enfurecidos manifestantes oficialistas, algunos provistos de palos. Camacho dijo que fue obligado por policías y militares a abordar una avioneta de la Fuerza Aérea para retornar a su ciudad.
Camacho, un abogado de 40 años, es el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y se ha convertido en el rostro más visible de la oposición boliviana tras los comicios. El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió a las autoridades bolivianas que aseguraran la “libertad de movimiento y circulación” de Camacho. En Washington, el canciller boliviano, Diego Pary, denunció el lunes “un golpe de Estado en camino” en una sesión extraordinaria de la OEA por la crisis boliviana. Agencias
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