Madrid.— El candidato a la presidencia de la región de Cataluña, el encarcelado Jordi Sánchez, mostró ayer su disposición a abandonar su escaño en la Cámara autonómica e incluso a dejar la política, lo que abre la puerta a la opción de un nuevo aspirante que desbloquee la formación de un gobierno.

Sánchez compareció ante el Tribunal Supremo en la vista de su recurso para salir en libertad, ya que desde mediados de octubre pasado está en prisión provisional acusado de sedición por su papel en el proceso independentista ilegal promovido por varios partidos y movimientos catalanes.

Hasta ahora, todas las peticiones de libertad de Sánchez han sido rechazadas por la Justicia. Su acción de ayer es un paso más en defensa de sus argumentos al anunciar la disposición a dejar el Parlamento autonómico y la política, como muestra de su abandono de la actividad independentista.

La renuncia al escaño haría inviable su candidatura a la presidencia de esa región de 7.5 millones de habitantes, para la que fue propuesto hace algunas semanas por el presidente de la Cámara, Roger Torrent (ERC, izquierda republicana secesionista).

Para ser elegible presidente regional es necesario ser diputado autonómico, por lo que la renuncia de Sánchez abre la puerta a otro aspirante de los parlamentarios elegidos en los comicios del pasado 21 de diciembre.

Torrent ha convocado a la prensa para hoy, previsiblemente, para anunciar una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios de la que saldrá un nuevo candidato.

Sobre la mesa está el nombre de Jordi Turull, ex consejero y ex portavoz del Ejecutivo catalán destituido por el gobierno español el pasado 27 de octubre, horas después de la aprobación por el “Parlament” regional de una ilegal declaración de independencia. Los grupos soberanistas parecen de acuerdo en promover la opción de Turull sobre quien, sin embargo, pesan actuaciones judiciales.

Encarcelado de modo preventivo durante varias semanas a principios de noviembre pasado, Turull está acusado de sedición y rebelión y está en libertad provisional bajo fianza, a la espera de juicio.

El auto de procesamiento por parte de un juez del Tribunal Supremo a los implicados en el movimiento independentista está próximo e iría acompañado de una inhabilitación para cargo público, de modo que si Turull es procesado podría tener que dejar el puesto de presidente, caso de que sea elegido.

Los independentistas suman 70 de los 135 escaños del Parlamento regional, lo que les otorga mayoría absoluta, aunque dos parlamentarios, el ex presidente regional Carles Puigdemont y Antoni Comín, no pueden votar porque están en Bélgica, prófugos de la acción de la Justicia española.

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