Ivanka Trump llega a Lima para participar en la cita empresarial de la Cumbre de las Américas, donde se reunirán los principales CEO del continente junto a los jefes de Estado. Se espera que la hija y asesora del presidente de Estados Unidos hable sobre el rol de la mujer en estos tiempos. Ella accedió a responder un cuestionario de El Comercio al respecto, antes de que su padre decidiera no participar en la cumbre.

Usted ha sido una figura importante para las mujeres, tanto en su rol como empresaria como ahora en la Casa Blanca. Y además es madre de tres hijos. ¿Qué falta para que se consolide el empoderamiento de las mujeres?

—Me siento emocionada y optimista con respecto al increíble trabajo que se viene haciendo tanto a nivel de las organizaciones de base como de gobierno para empoderar a las mujeres y crear un impacto real y duradero. El empoderamiento de las mujeres ha sido una misión particular para mí. La plena participación de las mujeres en la economía es fundamental para lograr prosperidad económica y estabilidad global. Estudios demuestran que las mujeres reinvierten casi 90% de sus ingresos en sus familias y comunidades. A través de proyectos recientes como la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras del Banco Mundial (We-Fi), el WomenConnect Challenge de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la nueva Iniciativa 2X Women de la Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC), sólo por mencionar algunos, EU reafirma su compromiso con el empoderamiento de las mujeres.

Usted viene a una reunión de líderes en la que no hay ninguna mujer al mando de un país. ¿Cómo interpreta esta situación?

—A pesar de que aún nos queda mucho por lograr en términos de representación igualitaria de las mujeres en política en nuestros respectivos países, América Latina brilla como un ejemplo para las mujeres en los niveles más altos de la política. Desde la década de 1970, la región ha visto a más de 10 mujeres como presidentas, más que cualquier otra región en el mundo. Aunque nos quedan muchas barreras por superar, es algo que amerita mucho orgullo.

La llegada de su padre a la Casa Blanca estuvo marcada por el lema America First. De continuar por un segundo periodo, ¿qué lema propondría usted?

—Mi padre está profundamente comprometido con la agenda America First [Estados Unidos primero]. Sin embargo, America First no significa América sola. Para que América [EU] tenga éxito reconocemos la importancia de fortalecer nuestras relaciones con nuestros aliados y vecinos, y trabajar juntos para apoyar la estabilidad global, la paz y la prosperidad.

Durante la cumbre usted se reunirá con los principales CEO del continente. En Perú, de las 249 compañías que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima, sólo 14 tienen a una mujer como su gerenta general. ¿Qué pasos debemos dar para superar esta barrera?

—Reconociendo las barreras que limitan la participación de las mujeres a nivel de gerencias generales y otros roles de liderazgo ejecutivo en las Américas, el año pasado lanzamos el Consejo Canadá-Estados Unidos para el Desarrollo de Mujeres Emprendedoras y Líderes Empresariales. En el ámbito global, las mujeres enfrentan desafíos únicos en el centro laboral, particularmente relacionados con la inclusión financiera y la capacitación. Estudios demuestran que la falta de políticas respetuosas y amigables con respecto a la familia en el centro laboral conduce a una menor participación y permanencia de las mujeres en la fuerza laboral. Por ende, debemos implementar políticas tales como el permiso familiar remunerado y el cuidado infantil accesible.

Nunca antes la hija de un mandatario ha tenido un rol tan activo, y ha recibido críticas por ello. ¿Cómo define usted la función que tiene? ¿No se cruza con la de otros funcionarios en la Casa Blanca?

—Es un inmenso honor servir como asesora al presidente. Específicamente, yo dirijo la Oficina de Iniciativas Económicas de la Casa Blanca, enfocada en impulsar el compromiso de la administración con las familias trabajadoras estadounidenses mediante la implementación de políticas e iniciativas que generen crecimiento económico, empleos y oportunidades. También estamos comprometidos con el empoderamiento económico de las mujeres a nivel global.

¿Cuál ha sido la mayor lección que le ha dado su padre en estos meses en la Casa Blanca? ¿Y cuál la mayor lección que usted le ha dado a él?

—Mi padre me ha enseñado a ser valiente, a pensar en grande y a siempre hacer lo que siento que es correcto. Me ha enseñado a mantenerme bien enfocada en el trabajo que tengo por delante y a nunca rendirme.

—¿Cuáles son las principales diferencias que mantiene con él?

—Somos dos personas diferentes, con diferentes experiencias de vida, lo cual trae gran valor y perspectiva a nuestro trabajo diario. Nuestras diferencias típicamente propician un diálogo excelente y constructivo y con frecuencia conducen a resultados positivos.

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