El cambio de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, antes parte de la Secretaría de Gobierno, a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) es meramente político, pues la policía no cuenta con la experiencia para el tratamiento de presos, consideró el especialista Alfredo Ornelas, quien aseguró que el verdadero cambio es que pase a ser una secretaría con autonomía para decidir las acciones que mejor le favorecen, y no estar pasando de mano en mano.

Alfredo Ornelas, quien en 2008 fue nombrado como director del Reclusorio Norte y ha estado al frente de varios centros en el país, explicó que es una “falsedad” creer que la operación del sistema penitenciario corresponde a la policía capitalina, pues la funcionalidad interna la saben los carceleros, es decir, todo el personal que trabaja en los penales, y no un policía.

Dijo que el verdadero cambio es que la Subsecretaría del Sistema Penitenciario se constituya como una secretaría con autonomía para decidir las acciones que mejor le favorecen, y no estar pasando de mano en mano, pues “la ven como de segunda clase”.

“No tienen experiencia sobre el tratamiento para los presos, una cosa es que persigan a los presuntos delincuentes y los pongan a disposición de la fiscalía, y otra cosa es ya tratar con ellos cuando se encuentran privados de sus libertad y suspendidos sus derechos políticos, ahí es otro asunto muy delicado, y no es lo correcto, debería ser una institución autónoma que le brinde toda la facultad a las autoridades carcelarias”, aseveró.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Ornelas comentó que el sistema penitenciario “no es el caldo de cultivo de lo peor, no es cierto eso, en los primeros niveles de la política están peor que en las cárceles, es un discurso hipócrita. Acá afuera tenemos jefes de policía, presidentes municipales, allá adentro [cárceles] es lo mismo”.

En cuanto a la gobernabilidad de los reclusorios por parte del crimen organizado, Alfredo Ornelas refirió que en el interior de las cárceles los custodios juegan como “una entidad de fuerza” que permite estas operaciones delictivas.

Para el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en seguridad, Javier Oliva Posada, la decisión del Gobierno capitalino es de mucha responsabilidad para la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues es una de las fuentes que originan delitos.

“Ojalá cuenten con el personal capacitado, para entrar en funciones y asumir esta responsabilidad”, comentó.

Mencionó que el cambio puede generar una reacción por el tema de la gobernabilidad que mantienen grupos de la delincuencia, pero que el objetivo de la transición que buscan las autoridades es contener cualquier reacción violenta.

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