En el fin de semana dos internos del Reclusorio Oriente murieron, aparentemente, por contagio de Covid-19; mientras, en el penal de Santa Martha, otro convicto también perdió la vida; sin embargo, se reportó que a él le arrojaron agua caliente luego de que se quejara de tos, temperatura y otros síntomas que hicieron pensar a los otros reos que portaba el virus.

Los incidentes se registraron a pesar de las medidas extremas de seguridad y sanidad que se han implementado en todo el Sistema Penitenciario Capitalino, dependencia que informó que las cárceles a su cargo fueron desinfectadas, además de que se han restringido las visitas de personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y menores de edad.

El primer caso sucedió en el dormitorio A-3; los custodios se dieron cuenta de la muerte cuando Javier Felipe, de 41 años, no respondió al pase de lista.

Minutos más tarde, en el dormitorio D5-26, Francisco Hernández, de 51 años, solicitó ayuda porque “no podía respirar”. Sus compañeros informaron los síntomas de Covid, pero nunca lo atendieron.

Ante esta situación, los familiares de los internos amagaron con iniciar una serie de protestas, pues “no se les notifica de la situación real de contagios”.

Por otro lado, la fiscalía capitalina ya investiga el homicidio del interno Luis Miguel, de 31 años, en el penal de Santa Martha, ya que le arrojaron una cubeta con agua caliente, lo que le costó la vida.

Según las indagaciones, los hechos ocurrieron en el dormitorio A, Ambulatorio D, estancia AD-102.

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