El pleno del Congreso capitalino aprobó en lo general con 36 votos a favor y 28 en contra el dictamen que modifica la estructura orgánica del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).

Tras más de 18 horas de discusión, en donde hubo gritos, descalificaciones, pancartas, empujones y la lectura de una moción suspensiva que parecía interminable, Morena y sus aliados lograron avanzar en la aprobación de esta reforma al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Durante el debate aparecieron mantas con leyendas en contra de esta propuesta como ‘Morena asesina la democracia’, ‘No dejaremos que Morena mate la democracia’ y ‘RIP Democracia’; además de un ataúd con el nombre del IECM.

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Al fundamentar en contra de este tema, el legislador panista Ricardo Rubio sostuvo que es una pena y vergüenza que Morena quiera “sangrar y dejar en huesos” al órgano electoral local, pues se recortan cinco áreas administrativas del Instituto y se les quita más de 50 millones de pesos de presupuesto.

Asimismo, precisó que el ‘mandar al diablo a las instituciones’ parece ser un valor, principio y filosofía del partido en el poder.

En este sentido, su compañero de bancada Anibal Cañéz subrayó que este es un ‘bodrio legislativo’, pues la Constitución local establece que los órganos autónomos tienen capacidad y facultad para elegir sobre su presupuesto, por lo que cuando se presente una controversia constitucional contra este dictamen, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo echará abajo.

En tanto, al posicionar a favor, el legislador Carlos Hernández de Morena, promotor de esta iniciativa, apuntó que la gente en la calle les solicita que las elecciones y los partidos políticos sean menos onerosos para que estos recursos se puedan distribuir a otros rubros.

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De igual forma, destacó que se recibió a los consejeros del Instituto, pero ellos nunca llevaron una propuesta concreta para ajustarse a los principios de austeridad.

También aseveró que esta iniciativa es apoyada a cabalidad por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

A su vez, también al hablar a favor, su compañera de bancada Francis López indicó que a la oposición le importa “tres kilos de maciza” la democracia y la equidad de género, pues durante la discusión de esta propuesta realizaron distintos actos violentos con un único fin: parar la reforma.

Por último, la coordinadora de Morena en el Congreso, Martha Ávila, apuntó que este dictamen es perfectamente válido, por lo que aprueba el examen de constitucionalidad.

“Queremos dejarle muy claro a la gente: no estamos en contra de las instituciones electorales, mucho menos pretendemos desaparecerlas. Lo que sí queremos es racionalizar el gasto, la eficacia en esta materia y demostrar que es posible tener procesos electorales democráticos, transparentes, imparciales, con respeto a la autonomía electoral, todo esto sin que apliquen ríos de dinero”, puntualizó.

Además de las posiciones a favor y en contra, hubo 22 intervenciones para razonar el voto. Cada vez que hablaba un diputado de oposición, se hacían preguntas para tratar de alargar aún más la sesión.

De igual forma, a cada cierto tiempo se pedía la rectificación del quórum, por lo que diputados de Morena calificaron estas situaciones como prácticas dilatorias para evitar la aprobación de estas modificaciones al Código Electoral.

Moción suspensiva eterna

Antes de comenzar con la discusión de este dictamen en lo general, se presentó una moción suspensiva muy larga para tratar de frenarlo.

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Este instrumento fue promovido por los diputados panistas Diego Garrido y Ricardo Rubio. Por procedimiento, las 465 páginas de este documento tuvieron que ser leídas.

Fueron cinco legisladores los que se dieron a la ardua tarea de leer la moción suspensiva, que por momentos parecía interminable, pues se ocuparon 10 horas para su desahogo.

Debido al cansancio que esto le generó a los diputados locales, algunos cometieron errores durante la lectura. Por ejemplo, la diputada Marcela Fuente, en lugar de decir Tabasco dijo ‘Tabajco’, lo que le causó un poco de gracia y pena.

Asimismo surgieron memes en donde se proponía que le entregaran un récord Guinness al Congreso local por esta lectura tan larga de un documento.

Al final, esta moción suspensiva se rechazó con 35 votos a favor y 25 en contra.

La discusión continúa en lo particular con el desahogo de más de mil 300 reservas que serán presentadas, la mayoría, una por una.

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