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Coacalco, Méx.— La primera operación que el pequeño Íker resolvió mentalmente a los cinco años fue “2+4+8+9=23”.

Después el niño se dio cuenta que podía resolver sumas y restas de cuatro dígitos. Esa habilidad innata del menor mexiquense de nueve años y originario del municipio de Coacalco, le permitió ganar el Campeonato Internacional de Cálculo Mental celebrado el 20 de julio en China, en la categoría kids.

Sentado en una banca del kiosko principal de Coacalco, aún somnoliento porque el cambio de horario del país asiático donde estuvo casi dos semanas apenas lo comienza a resentir, el “niño genio”, como ya le llaman algunos, está convencido de lo que será cuando sea grande.

“Yo quiero ser físico matemático. Yo creo que las matemáticas me van a servir en mi vida”, dijo el menor quien concluyó el cuarto grado de primaria con un promedio de 9.6 en el Colegio Independencia de Villa de Las Flores, ubicado también en Coacalco.

El camino del éxito no fue tan fácil para Íker y su mamá Karina. Para poder pagar los boletos de avión y estancia en China tuvieron que vender dulces, hacer rifas y botear en las calles.

Los funcionarios del ayuntamiento de Coacalco, desde el alcalde Darwin Eslava, así como los integrantes del Cabildo, directores, subdirectores y personal en general, armaron la “vaquita” para completar para el viaje.

Preparando el camino. Karina Hernández Campuzano, la madre de Íker, quien es profesora en un preescolar, recordó que desde que su hijo decidió participar en el certamen nacional de Cálculo Mental que se efectuó en el estado de Querétaro, ella le dijo que ganaría el concurso.

“[Íker] tiene muchas cualidades, tiene muchas habilidades, tiene un don hermoso y son esas situaciones que no todos los niños tienen. Es un niño muy responsable, tiene mucha seguridad de lo que él quiere en la vida. Se propone muchas metas y sí las cumple”, contó.

Otra meta que se fijó el pequeño mexiquense fue la de obtener el triunfo en el certamen internacional celebrado este 2019 en el país asiático y la cumplió.

Setenta operaciones de cuatro dígitos respondió de manera correcta en menos de cinco minutos y se impuso a más de 700 participantes de países como Indonesia, Uzbekistán, México, India, Rusia, Camboya, Portugal, Bangladesh, Panamá, España, China, Irlanda, Croacia, Malasia, Ecuador y Filipinas.

“Las matemáticas me atraen porque es algo que me gusta. Yo a los cinco años mi mamá me metió al programa Aloha [Mental Arithmetic]. Descubrieron que yo tenía muy buen potencial, me dejó descansar dos años y al tercer año de primaria volví a ingresar”, comentó.

Doce días después de que se trajo el máximo galardón de la competencia mundial, el infante valora lo que ocurrió.

“Oye sí cierto, lo que hice no cualquiera lo hace, apenas me dí cuenta”, se dijo así mismo.

El campeón de cálculo mental reconoció que prefiere más una calculadora que un libro de literatura. Hasta ahora Íker sólo ha recibido el apoyo del ayuntamiento de Coacalco para que lo impulsen en sus estudios y en el certamen en el que participó.

Ninguna autoridad de los gobiernos federal y estatal se ha tratado de comunicar con él.

Karina lamentó que en México no se respalde el talento de los niños como el de su hijo, aunque aceptó que aunque no hubiera ganado el concurso, Íker se siente orgulloso de lo que es como ser humano.

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