“Que no los vayan a soltar”, dijo una mujer que acudió, junto con otros vecinos, a la Fiscalía Antisecuestro de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), en la alcaldía Azcapotzalco, luego de que los presuntos responsables del secuestro y feminicidio de la niña Fátima Cecilia llegaron a la Ciudad desde el Edomex.

Una treintena de vecinos de esta demarcación y de otros lugares de la capital del país arribaron a las instalaciones de la FAS, ubicadas en la avenida Jardín, luego de que el convoy con los imputados saliera de Atizapán.

El enojo fue general. Todos querían ver a los presuntos responsables del asesinato de la niña, y contrario a lo que sucedió en días pasados con los pobladores del municipio mexiquense, quienes “querían lincharlos”, esta vez los insultos fueron al unísono una vez que vieron la llegada de los vehículos oficiales.

Marisela, con su hijo en brazos, comentó que a ella y a su familia les impactó el caso Fátima pues en su casa habitan niños y al ver en televisión que los culpables arribarían a las instalaciones de la fiscalía de Azcapotzalco, decidieron ir y esperar en la banqueta.

“Dije vamos porque da coraje; me gustaría pegarles a las personas que hicieron esto. Pues no los vayan a soltar, porque mejor esas personas [delincuentes] salen rápido que los inocentes”, externó.

Los insultos no se hicieron esperar al arribo de la caravana con los detenidos. Las groserías y maldiciones que soltó la gente no se perdían en medio de los sonidos de las torretas.

“No se tentaron el corazón, qué culpa tenía la niña, yo creo que era algo que ya tenían planeado. A ver, si la mujer dijo que tenía miedo, por qué no metió una queja. Lo que le hicieron a la pobre niña no tiene comparación”, dijo otra de las vecinas congregada.

Además, Cristina, otra de las personas que observó la llegada de los detenidos, dijo que si los responsables quedaran en libertad, “esto se volvería una guerra, pues se viene el paro del 9 de marzo”.

“Que por fin se vea que el país tiene justicia”, dijo la vecina antes de que Mario Alberto y Gladis Giovana volvieran a salir, pero ahora con dirección a los penales en donde un juez los requirió.

En ese momento muchos inconformes se acercaron a las camionetas para insultarlos.

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