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Con la implementación del nuevo sistema penal, el reto de las autoridades judiciales es aterrizarlo, porque a más de dos años de implementarse, los capitalinos piensan que no hay castigo o justicia en los delitos que se cometen

Además se debe trabajar en mejorar varios artículos para evitar la llamada “puerta giratoria”, donde un delincuente menor recibe algún beneficio de la reforma, pasa poco tiempo en prisión y vuelve a delinquir.

El tema ha sido abordado por el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, quien ya pidió a los legisladores e impartidores de justicia revisar qué pasa con el sistema oral.

Estos temas fueron tratados en el coloquio Reflexiones sobre el sistema penal de justicia que se realizó en la Comisión de Derechos Humanos de Distrito Federal (CDHDF).

En este sentido, José Ramón Amieva, secretario de Desarrollo Social, explicó que la implementación de la nueva reforma penal le tomó ocho años a la ciudad, lamentó que a dos años no se vean los beneficios; por el contrario, cree que no se han hecho las adecuaciones necesarias para su progreso, aún falta revisar normas y el esquemas con el que se otorga la prisión preventiva justificada u oficiosa.

Destacó que falta una revisión más amplia en el catálogo de delitos considerados como graves, ya que hasta el momento, estos no están adaptados a la realidad social de la Ciudad de México.

“No es necesario aumentar las penalidades, sino perfeccionar el tipo o la conducta penal, se tiene un esquema de prevención social, del proceso administrativo o judicial para el que comete un delito y de reinserción”, comentó durante su participación en el foro.

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