David Orta Calderón

, camina desde temprano junto con cientos de personas sobre la ciclopista de la línea B del Metro , que va de Ciudad Azteca a Impulsora; va tarde a su trabajo, ubicado en Goldsmith, en Polanco, debido a que la fuerte tromba de ayer afectó las estaciones Rio de los Remedios , Impulsora y Nezahualcóyotl y tuvo que bajarse en Muzquiz, ya que el metro hasta allí presentó sus servicios.

Desde las cinco de la mañana está despierto, y ya hace tiempo que salió de su casa en Venta de Carpios , de Ecatepec, para estar a buena hora en una zona de construcción de departamentos donde realiza labores para la empresa constructora Vitro Canceles. Para prevenirse, David mandó un mensaje a su jefe directo con el fin de informarle su situación de desventaja. Sin embargo, ríe un poco y dice que ha llegado tarde, pero nunca súper tarde.

Al igual que David, Juan Márquez , tiene un retraso de más de media hora, pues debía haber llegado a la Facultad de Estudios Superiores Aragón poco antes de las siete de la mañana; sin embargo, se encuentra a fuera de la estación Villa de Aragón, en avenida 608, esperando con decenas de estudiantes de la FES “a ver si una combi va vacía” o un taxi les hace la parada, o “si alguien les da “ un aventón ”.

Desde la estación del metro Villa, miembros de seguridad privada y pública avisan a los pasajeros que el convoy “llega hasta aquí y después se regresa a Buenavista”. En la plataforma donde se compran boletos hay una enorme fila, y la gente que sale a la avenida se pisa, empuja y aprieta.

Comienzan a llegar automóviles particulares para ayudar a la gente y que así lleguen a sus destinos. Eduardo, alias “ Lalo mix ”, se ofrece llevar a ocho personas en su camión con un pequeño remolque hasta Muzquiz. Mientras circula por Avenida Central lo hace con precaución pues ciertos tramos están inundados, del lado izquierdo, en el sentido contrario, los vehículos ligeros no pasan por la lateral.

En el asiento del copiloto, Eduardo lleva consigo a su esposa y niño, y dos personas más. Una de ella, Lilia Miranda, quien terminó su intensa jornada nocturna en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Lilia comenta que en la terminal 1, los vuelos se retrasaron mucho, y que a partir de la una de la madrugada comenzó a despegar únicamente transporte ligero, pero “los aviones no salían”.

Al llegar a la estación los 8 pasajeros se bajaron y Lilia se siguió hasta Ciudad Azteca para llegar a su casa. Más tarde, a las ocho y media de la mañana el servicio del metro reanudó sus operaciones normales en todas las estaciones. Aunque sobre calles y avenidas continúan afectadas por las lluvias que dejó el día de ayer la tromba que azotó la capital y el Estado de México.

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