Río Suchiate.— Como parte de las actividades previas a la Semana Santa, este fin de semana tuvo lugar la peregrinación del Señor de las Tres Caídas, que se venera en la principal iglesia de Tecún Umán,  Guatemala, ceremonia a la que llegaron miles de mexicanos y guatemaltecos.

Muchos de ellos no pasaron por el puente internacional Rodolfo Robles, sino caminando por el río Suchiate, con el agua a la altura de las rodillas. Cruzaron a través de uno de los puntos ciegos de la línea divisoria entre países, donde el control es complicado.

Puestos de comida, de venta de imágenes religiosas, aguas frescas, refrescos, cervezas, trastos, ropa de vestir, cobertores y otros se apostaron en ambas partes de la frontera, mientras los balseros movieron miles de toneladas de cerveza, huevo, fruta, verdura y diversidad de productos para tiendas de abarrotes.

Los puestos de comida del lado guatemalteco, como las pacayas baldas, el pollo, el frijol frito, el arroz, la tortilla y el pollo con pepián se comercializan en cacerolas al aire libre y para cubrir los recipientes del polvo, las vendedoras usan una malla fina.

Une la fe a mexicanos y guatemaltecos
Une la fe a mexicanos y guatemaltecos

También hubo quien viajó desde el interior del país para esta celebración: gente de Puebla llegó hasta la frontera guatemalteca para vender imágenes de la Virgen de Guadalupe al pie del río Suchiate.

Cerca del caudal, todo parece un día de fiesta, niños y hombres se refrescan a pocos metros de donde desemboca una de las tomas de aguas negras de Tecún Umán.

En tanto, cuatro mujeres de la etnia mam, de San Antonio Suchitepéquez, que descansan a un lado de la vendedora de sandía, cuentan que el viernes pasado viajaron a Esquipulas, donde se venera el Cristo Negro, pero ahora decidieron visitar al Señor de las Tres Caídas, que ha sido vestido de color púrpura.

La gente acude a visitar esta imagen para pedir por la sanación de sus enfermos, la prosperidad en los negocios, la cosecha y el bienestar de sus hogares y familias.

Alguna vez el Señor de las Tres Caídas estuvo en Tapachula, Chiapas, cuando el volcán Santa María hizo erupción; sin embargo, en 1902 hubo un acuerdo para que regresara a Guatemala. En 2018, las imágenes fueron declaradas como Patrimonio Cultural Tangible.

Preocupa coronavirus

Ahora, la principal preocupación, es que el coronavirus llegue a Guatemala: “Dicen que en México hay esa enfermedad”, señala una habitante de San Antonio Suchitepéquez.

En el puente internacional Rodolfo Robles, el Ministerio de Salud de Guatemala reforzó desde el jueves pasado sus acciones contra el coronavirus y colocó anuncios sobre esa enfermedad, cómo se propaga y los riegos que representa y una lona con el nombre del presidente Alejandro Giammattei Falla, donde asegura que se trabaja para salud pública y la asistencia local.

Dos enfermeras con un termómetro digital registran además de la temperatura corporal, el paso de cada uno de los turistas que entran a territorio guatemalteco y en una hoja anotan el nombre, país de procedencia y edad.

Una de ellas explica que si una persona tiene 38 grados de temperatura, se canaliza al centro de salud de Tecún Umán.

En Tecún Umán y muchas poblaciones del país centroamericano, el gel antibacterial se ha agotado. En las farmacias el producto se terminó desde el jueves.

De lado mexicano, los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), que se encuentran en el puente Rodolfo Robles, no aplican ninguna restricción ante visitantes de Europa, Centro y Sudamérica que buscan ingresar a territorio mexicano.

De igual manera, los agentes de la Guardia Nacional tampoco aplican ningún protocolo ante los miles de personas que a diario entran a México por el Suchiate.

“Nada nos han dicho sobre el coronavirus”, menciona uno de los oficiales que recorre el río.

Así, con un solo enfermo de coronavirus en territorio de Guatemala, la alarma se encendió en las fronteras y aeropuertos.

Sin embargo, en el lado mexicano, todo transcurre con normalidad y los comercios que se instalan en calles cercanas al río, como parte de las actividades previas a Semana Santa, parece que el padecimiento que surgió en China no les causa preocupación.

Los templos evangélicos como la Casa de Dios, que congrega entre 20 mil y 25 mil personas, cancelaron sus cultos este domingo.

Mientras tanto, las iglesias católicas hicieron lo mismo.

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