Monterrey, NL, 20 de octubre- El repunte que sufre Nuevo León en contagios y defunciones por covid-19, es por el relajamiento de la sociedad, no de las autoridades, según el gobernador Jaime Rodríguez Calderón , quien admitió que su gobierno ya no tiene recursos económicos para enfrentar un rebrote como el que informó el gobierno federal y admitió la administración estatal. Expuso que no se contempla suspender actividades, pero serán más estrictos en el cumplimiento de medidas sanitarias.

El Bronco dijo que algunos alcaldes que buscan otro puesto o reelegirse, por no recibir críticas permiten fiestas “con banda” en la madrugada, entre ellos su amigo el independiente de García, Carlos Guevara, mientras en contraste, el arzobispo Rogelio Cabrera López aceptó suspender las peregrinaciones a la Basílica de Guadalupe, a las que acuden trabajadores y gente que tiene fe a la Virgen para que los ayude, los conserve y les dé salud, de ahí que comentó, “si nos está viendo (la Virgen), pues –dirá-, cómo te conservo, cabrón, si no te estás cuidando”.

Residentes de la zona metropolitana entrevistados por El Universal, coincidieron en señalar que se ha presentado un relajamiento entre muchas personas, que han vuelto a realizar actividades de diversión y paseo como si todo hubiera vuelto a la normalidad.

En las calles, avenidas, en las plazas y en el transporte se observa mucha gente sin cubrebocas y sin guardar la “sana distancia”. Pero si las autoridades fallan “nosotros tenemos que cuidarnos”, expresó una vecina de Laderas del Mirador al sur de la ciudad, trabajadora de un casino, desde hace apenas unos días que reabrieron, aunque sólo pueden trabajar al 20 o 30 por ciento de su cupo y no admitir a mayores de 60 años.

“Muchos dudaban del covid porque no lo tuvieron en su casa, yo un poco, al principio, pero murieron como 28, 29 personas ahí por Laderas del Mirador, al sur de Monterrey, muy cerca de donde vivo; una persona como a cinco casas de la mía y otra enfrente. En una vivienda se quedó sola una señora, murieron su esposo y sus dos hijos porque se descuidaron”, aseveró.

Comentó que a su casa sólo entran dos hermanas cuando van a visitar a su padre que en diciembre cumplirá 102 años; pero le avisan cuando irán, porque les sanitiza las manos, los zapatos y deben llevar un cambio de ropa porque las hace que se metan a bañarse y la ropa que llevan la mete a la lavadora. “Yo he visto que las autoridades no hacen nada, si tú no te cuidas y cuidas a los tuyos, nadie lo hará por ti”, concluyó.

Juan Carlos, un músico originario de Guanajuato, compartió: “a mí me dio la enfermedad, y no creía en el virus, dudaba porque nunca vi los muertos que decían. Pero me dio y tardé un mes para recuperarme y dos meses me duró la tos. Y como decían que cuando entraba uno al hospital ya no salía, todo el tiempo la pasé en mi casa, pero hubo tres días que sentí morir con fiebre, dolor de cuerpo y de cabeza, y luego duré dos semanas muy débil.

Admitió que se quita el cubrebocas en la calle, porque después que sufrió el covid, se agita mucho al caminar; “pero me cuido porque dicen que vuelve a pegar y a lo mejor a la otra ya no aguanto”, señaló, mientras expresa, no podría aconsejar a la gente que no salga, porque tienen que buscar de qué vivir, así como él sale a tocar en los camiones, porque a sus 55 años, por la pandemia, no ha podido hallar trabajo como velador.

Rodrigo Hipólito, un obrero de mantenimiento industrial residente en Guadalupe, dijo sentirse mal, por tener que salir a la calle; pero fue “por causas de fuerza mayor”, para comprar algunos bienes necesarios, pues afirmó, no hubo con quién dejar a sus hijos, un menor de siete y una bebé de año y medio, a quienes cuidaba en la calle peatonal Morelos del centro de la ciudad, mientras su esposa adquiría las mercancías. “Tenemos que hacer lo que esté en nuestros manos para cuidarnos y no afectar a los demás”, comentó.

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