Nuevo Laredo.— Más de 80 casquillos percutidos fueron localizados en el lugar donde presuntos elementos de la Guardia Nacional (GN) dispararon contra una camioneta en la que viajaban cinco civiles, ataque por el que murieron tres personas.
Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos en Nuevo Laredo, indicó que, tras conocer el testimonio de víctimas y testigos, se señala como responsable al agente que iba en la posición del “artillero”, quien viaja de pie en la caja de la camioneta pick up que utilizan como patrulla los agentes de la GN.
“Se responsabiliza directamente al artillero, que es la persona que va en la parte exterior de la camioneta con un arma grande, va regularmente de pie y en medio, esa fue la persona que hizo al menos 86 disparos. Es lo que se ha localizado ahorita, de acuerdo con los casquillos contabilizados en el lugar”, explicó Ramos Vázquez.
El activista comentó que harán todo lo posible para que se haga justicia y no quede impune la ejecución extrajudicial por parte de los elementos de la Guardia Nacional.
“Este personal tiene las manos manchadas de sangre, y más de un bebé que no había nacido, un bebé que estaba en el vientre, y por lo tanto tienen que ser puestos a disposición inmediata de la autoridad. Ellos saben, los comandantes de la Guardia Nacional saben quiénes fueron”, expuso.
Hasta la tarde de este martes, ninguna autoridad estatal o federal se había pronunciado sobre los hechos.
La Guardia Nacional dijo a EL UNIVERSAL que “están en proceso las investigaciones”, sin dar más detalles.
La mañana del domingo cinco personas que viajaban en una camioneta con placas de Texas, en dirección de sur a norte por el Libramiento Vial Mex II fueron atacadas presuntamente por elementos de la GN.
De acuerdo con el testimonio de un sobreviviente, entre los kilómetros 8 y 9 elementos de la Guardia Nacional los empezaron a seguir y posteriormente abrieron fuego contra ellos.
Despiden a Miriam
Entre lágrimas fue velado el cuerpo de Miriam, una de las víctimas mortales del ataque.
La joven, de 15 años de edad, tenía ocho meses de embarazo y durante el ataque recibió impactos de bala y esquirlas en glúteos, cadera y piernas. En el hospital fue sometida a una cesárea de emergencia, pero no se pudo salvar a su hija. Ella murió la mañana del lunes.
Ayer, sus familiares se mostraban consternados y todavía incrédulos ante los hechos, en los que también murió un hombre, que fue identificado como Felipe, de 54 años.
El cuerpo de Miriam fue velado en su domicilio, en el sur de Nuevo Laredo; en sus brazos colocaron a su bebé. El ataúd, color rosa, fue cubierto por un arreglo de flores blancas.
Asistentes comentaron que la joven esperaba con mucha alegría la llegada de su hija, el próximo mes. Ambas fueron sepultadas por la tarde.
Luis, su pareja sentimental, continuaba ayer hospitalizado.
Exigen estrategia con inteligencia
Ante la situación, la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio (Fecanaco) en Tamaulipas exigió una estrategia de seguridad con inteligencia y que se detengan “los despliegues faraónicos” de tanquetas militares por las ciudades.
Julio Almanza Armas, presidente de la Fecanaco, destacó que, desafortunadamente, las acciones implementadas en materia de seguridad no están funcionando; tan es así que son militares los que están hiriendo a la población civil.
Recordó que desde 2008 se han desplegado tropas en las fronteras tamaulipecas, pero esa medida no funciona.
Propuso que se aproveche la cercanía con Estados Unidos, así como sus agencias de inteligencia, para trabajar de manera conjunta y así “actuar de forma eficiente, sin tanto desgaste”, para lograr la paz.
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