Chihuahua.— Con la melancolía, ilusión y el coraje de quien dejó atrás su casa y familia para procurarse un mejor mañana, los jóvenes de Raprámuri hacen escuchar sus canciones al ritmo de rap, y a través de sus rimas buscan tocar el corazón de sus hermanos rarámuris, para que no dejen morir su cultura y su lengua materna.

Apelando a los orígenes del rap, nacido en los barrios y en la calle, el dueto Raprámuri surgió de uno de los asentamientos tarahumaras que existen en las periferias de la ciudad de Chihuahua, con el propósito de incentivar a las nuevas generaciones a hablar su lengua materna sin temor a ser criticados.

Con raíces en comunidades alejadas de los municipios de Guachochi y Norogachi, Mateo, de 30 años, y Jairo, de 23, buscan llegar a sus hermanos rarámuris a través del lenguaje universal de la música, en sus rimas expresan la nostalgia que les provoca encontrarse lejos de los verdes paisajes, los grandes árboles, la corriente de los arroyos y el aire puro que corre en la Sierra de Chihuahua.

Asimismo, con sus beats y recitales rítmicos, invocan a sus ancestros, a los hombres y a las mujeres que les enseñaron a trabajar el campo y a amar la naturaleza, de quienes, muchas veces, pasan largo tiempo sin tener noticias.

A través de sus canciones y ritmos, Mateo y Jairo buscan motivar a los niños y jóvenes de su comunidad a hablarle a la vida y al amor en rarámuri, pues así como le cantan a la naturaleza y a su cultura, también componen temas alusivos al amor de pareja y a la importancia que tiene la mujer en su vida.

“Queremos poner en alto el nombre de nuestra cultura rarámuri y el rap en nuestro idioma y en español, también buscando un mejor entendimiento entre la sociedad”, dicen.

Lejos de la tierra

Para las familias de la Sierra Tarahumara que llegan para asentarse en la ciudad, la adaptación no es fácil, pues muchas veces son discriminadas o rezagadas, es por ello que la mayoría opta por cambiar su forma de vestir y paulatinamente dejan atrás su idioma.

Con estas letras, Jairo y Mateo buscan que los parlantes del rarámuri sean cada vez más y también empoderar a las nuevas generaciones para que se sientan orgullosas de sus raíces.

“Les decimos que no tengan vergüenza, que lo hablen en las calles y también en su casa”, afirma el dueto, cuyos planes son crear una tendencia y, sin importar el género, que su idioma siga creciendo a través de la música.

Con su música, Raprámuri se presenta en diferentes municipios del estado, donde la gente los recibe con mucho agrado y aplaude sus letras.

“Es una forma diferente de acercarnos a la gente, de que conozcan nuestra cultura y nuestro idioma; muchas veces, después de que cantamos, los jóvenes nos preguntan por el significado de algunas palabras y eso nos da mucho gusto”, asegura Jairo, quien junto con Mateo trabaja en alimentar sus redes sociales para llegar a más personas de diferentes culturas.

El dueto Raprámuri creció rápidamente, y Jairo y Mateo representan ya un icono de las comunidades de la Sierra Tarahumara, es por ello que instituciones como la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi) los invitó para ser imagen de una campaña que promueve la no discriminación hacia los integrantes de esta comunidad.

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