Monterrey.— Hasta 195 años de prisión podría alcanzar Mario “N”, presunto homicida de su excuñado, un joven de 18 años, y de Decker Alexander, de tres meses e hijo de la víctima, informó Luis Enrique Orozco Suárez, vicefiscal del Ministerio Público, de la fiscalía estatal.

Explicó que la posible causa de la muerte del niño fue asfixia por estrangulamiento, lo cual deberá ser confirmado con la autopsia de ley.

Señaló que por las características de los restos, de los que se esperan los resultados de ADN, el menor habría sido asesinado el 10 de agosto, día en que fue secuestrado en San Nicolás de los Garza, Nuevo León. Su cuerpo fue abandonado en Ramos Arizpe, Coahuila, a orillas de la carretera Monterrey-Saltillo.

Orozco Suárez mencionó que la orden de aprehensión fue girada inicialmente por su probable responsabilidad en el homicidio de Oscar Uriel Martínez, que implica hasta 50 años de cárcel.

Por el secuestro agravado y homicidio del bebé podrían establecerse hasta 140 años de cárcel. Aunado a que se le atribuye robo calificado con violencia, que se castiga con cinco años de reclusión, dijo.

La expareja del imputado, hermana de Oscar Uriel, afirmó que se separó de él debido a las agresiones que recibía y atribuyó a la ruptura la reacción de Mario “N”, quien allanó el domicilio de su excuñado para asesinarlo, amordazó a la esposa del joven, robó bienes y huyó con el bebé.

El viscefiscal declaró que el acusado, quien ingresó a Topo Chico el miércoles, no muestra signos de alguna enfermedad mental que pudiera presumir que sea inimputable.

Hasta la tarde de ayer, los restos del menor permanecían en Coahuila y serán entregados una vez que finalicen los estudios de genética.

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