Al edil de Tijuana, Baja California, Arturo González Cruz (Morena), nos comentan, le llovió duro en su milpita, luego de responderle al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró que Tijuana es el lugar más infectado de Covid en el mundo. El morenista, según nos explican, aseguró que “las declaraciones de Trump son comprensibles, no lo juzgo. En el país con más fallecidos de Covid-19 en el mundo, protestas en más de 50 ciudades y elecciones en puerta, es comprensible que tenga que distraer la atención en algo o alguien y pues nos tocó”. No obstante, nos dicen, contrario a lo que don Arturo esperaba, de inmediato salieron sus detractores a pedirle que en vez de estar peleando con molinos de viento se ponga a trabajar, pues su terruño acumula cada vez más casos positivos de coronavirus, muertes por violencia que no cesa y ahora hasta está en la mira por un caso de abuso policial, que le quitó la vida a un joven. Así las cosas cuando se busca la paja en el ojo del vecino, nos señalan.

Los chiapanecos “incómodos”

Los que no saben ni dónde esconder la cabeza, nos platican, son un grupo de exfuncionarios chiapanecos que ahora despachan en Puebla, donde tienen cargos de poder en el gobierno de Miguel Barbosa (Morena). Resulta, nos explican, que en días recientes policías poblanos se fueron contra dichos personajes y, al grito de “Fuera Chiapas”, exigieron su destitución, aludiendo, entre otros, al secretario de Seguridad estatal, Raciel López Salazar. Pero eso no es todo, nos aseguran, pues en los corrillos políticos de Chiapas se habla de que dichos personajes, ligados al exgobernador y actual cónsul en Orlando, Juan Sabines, no son bien recibidos en su tierra, ya que en su momento fueron acusados de saquear el erario estatal y de violaciones a derechos humanos, sin mencionar que son chapulines de ocasión. Pura joyita, nos dicen algunos, se puede hallar en el aparato de seguridad de Puebla.

Una mano “pesada”... ¿contra la autonomía?

En el Congreso de Baja California Sur, nos dicen, los pleitos no cesan, y el más reciente llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que concedió una suspensión provisional en favor del gobernador, Carlos Mendoza Davis (PAN), tras la destitución de ocho diputados de oposición (PAN, PRI, PRD y PES), y que éste se negara a publicar decretos de la nueva integración del Congreso. Todo empezó, nos relatan, cuando los legisladores se acusaron de malos manejos financieros, “chocaron” y hasta integraron dos mesas directivas, donde la mayoría guinda acusó intromisión de don Carlos al no reconocer sus acuerdos y “favorecer” a la oposición. Así de pesada la mano de don Carlos en el autónomo Poder Legislativo de su tierra, nos hacen ver.

¿Plagio o coincidencia? He ahí el dilema

Y a quien acusaron de poco original, nos señalan, fue a Lucero Ambrosio (Morena), diputada local de Hidalgo, debido a que presentó una iniciativa bastante “parecida” a la propuesta anteriormente por la activista Pamela Álvarez Tovar, para penalizar el hostigamiento y acoso sexual. Incluso, nos dicen, en la exposición de motivos, la legisladora basó su iniciativa en el trabajo de Álvarez Tovar, y para muestra un botón: pues mientras la activista señalaba que a través del diario Criterio Hidalgo se daban a conocer algunas cifras en delitos sexuales, la diputada también tuvo la “idea“ de que sus números idénticos los basará en un “diario local”. ¡Qué tal!

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