.— Una serie de sismos ha dañado calles, viviendas, abrió la tierra en campos de cultivo y tronó la presa en la comunidad de Copales, del municipio de Huanímaro, en los límites con Michoacán, donde sus habitantes abandonaron sus casas por temor y otros fueron evacuados por Protección Civil por el riesgo de que se vengan abajo.

Los temblores comenzaron a las 6:00 de la mañana del martes y continuaron el miércoles, sin que se tenga un registro oficial de su magnitud, informó el coordinador municipal de Protección Civil, Miguel Ángel Vega Vargas.

“La presa se vació en ocho horas, el agua fluyó hacia un banco de tepetate, sin causar daños a la zona habitada”, dijo Vega Vargas.

Las 150 viviendas de la comunidad se quedaron deshabitadas mientras un equipo de geólogos determina las causas de los temblores y personal de Protección Civil dictamina las condiciones estructurales de los inmuebles. Hasta ahora se han identificado siete casas con daños estructurales, grietas en tres calles asfaltadas y tierras de cultivo. Los más de 2 mil 230 pobladores se reubicaron con algunos familiares.

Vega Vargas señaló que estos sismos podrían estar relacionados con las lluvias.

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