El Coordinador Administrativo de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, Carlos Baltazar Castro Olivas , responsable de la compra de un lote de dos mil colchones usados , armados con desechos y distribuidos a familias damnificadas por lluvias , fue detenido sobre la maxipista Mazatlán-Culiacán.

Las autoridades judiciales del estado revelaron que en cumplimiento de una orden de aprehensión girada por un Juez de Control, en su contra por el delito de fraude genérico, el funcionario fue detenido por elementos de la Policía de Investigación en la comunidad La Cruz en el municipal de Elota, Sinaloa.

Castro Olivas fue trasladado al Centro penitenciario de Culiacán para ser puesto a disposición del Juez de Control y Enjuiciamiento, el cual fijó la audiencia inicial para el próximo viernes 19 de octubre a las 8:30 de la mañana.

El escándalo estalló en redes sociales cuando los damnificados se quejaron de los colchones, los cuales resultaron ser viejos y reconstruidos con material usado. El funcionario desapareció del estado y perdió contacto con sus jefes.

Por la mañana su papá, el empresario en el ramo del acero, Baltazar Castro Blanco , reveló que éste se encontraba en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, donde acudió a interponer una denuncia por fraude en contra de Isabel Reyes Villanueva , proveedor de los colchones.

Dio a conocer que conoce que el problema de los colchones viejos, con rellenos usados, fueron rehabilitados y rediseñados como nuevos, corresponden a un lote de mil 380 piezas, las cuales fueron distribuidas en colonias populares y en el medio rural en Culiacán.

El empresario sinaloense señaló que su hijo, desde inicios de semana, se desplazó a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, para interponer una denuncia judicial por fraude contra el proveedor, por lo que no está ubicable en sus oficinas en la Secretaría de Desarrollo Social del Estado.

Pidió a las autoridades estatales, tomar el problema “ por los cuernos” y salir a dar una explicación a la sociedad de lo que sucedió con estos enseres domésticos distribuidos entre familias afectadas por lluvias, puesto que su hijo está dispuesto a dar la cara.

Baltazar Castro observó que se vio obligado a salir a dar la cara y frenar la especulación sobre la situación laboral de su hijo en virtud que su nombre y el de la empresa de su familia, la cual se ha visto involucrada en un asunto penoso e inaceptable.

Subrayó que es necesario que se admita que se cometió un error en la contratación de un proveedor foráneo, el cual los dotó de un lote de colchones en mal estado.

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