Juchitán.– Minutos después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador , anunciara en su conferencia matutina desde Coatzacoalcos, Veracruz, que la operación del Tren Transístmico estará a cargo de la Secretaría de Marina (Semar), elementos de la Guardia Nacional (GN) ingresaron por primera vez a predios de la comunidad de Estación Mogoñé, que pertenece a San Juan Guichicovi, donde los campesinos se oponen a este megaproyecto.

Su ingreso se dio custodiando a los integrantes de una brigada de topógrafos que entraron sin permiso de la comunidad, en una zona donde de los campesinos han expulsado al menos en 37 ocasiones desde 2020 a las cuadrillas de trabajadores que pretenden arrancar las obras sin el consenso de estas poblaciones, habitadas por los ayuujk o mixes.

“Los campesinos nos informaron que la brigada de topógrafos llegó antes de las siete de la mañana y cuando la comunidad se alistaba para pedirles que se retirara, como a eso de las nueve y media, llegaron dos camionetas con integrantes de la Guardia Nacional para proteger a los topógrafos”, informó el asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) , Carlos Beas Torres.

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Debido a la falta de información, de consultas y de respuestas de las autoridades del la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) sobre los impactos que tendrá en el medio ambiente la modernización de las vías del Tren Transístmico, como cortes de curvas, rasurada de pendientes, cambio de rieles y construcción de puentes, los campesinos dueños de las tierras, no han permitido el ingreso de las cuadrillas de las empresas contratadas por la compañía ferroviaria.

Esta mañanera del viernes, desde la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, el Presidente de México anunció que todo el proyecto que contempla al Corredor Interoceánico quedará en manos tanto de la Semar como de los gobiernos de esos cuatro estados.

“El tren Palenque-Coatzacoalcos, el tren del Istmo Coatzacoalcos-Salina Cruz, también el de Ixtepec a Tapachula, los dos puertos, los parques industriales, todo este complejo va a estar a cargo, se le va a entregar a la Secretaría de Marina a los estados de Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca”, declaró.

Al respecto, los campesinos y comuneros inconformes, así como las autoridades municipales y agrarias de unas 22 comunidades pertenecientes a los municipios de Santa María Petapa, El Barrio de La Soledad, Matías Romero y San Juan Guichicovi, entre sus primeras reacciones, cuestionaron “¿a qué le teme la 4T, que tiene que utilizar a soldados, marinos y GN para imponer sus proyectos”.

Los representantes de los comuneros de estas poblaciones del Istmo oaxaqueño lamentaron se que tenga que recurrir a la militarización para imponer este tipo de megaproyectos, donde la propia Auditoría Superior de la Federación determinó que no se puede acreditar que se hayan realizado consultas para conocer la opinión de las comunidades indígenas. “¿Por qué la 4T quiere imponer proyectos y no busca consensos con los pueblos?”, preguntan.

Apenas el pasado nueve de de marzo, campesinos de la comunidad Nuevo Ubero, que pertenece a Matías Romero, expulsaron de sus tierras a trabajadores enviados por la empresa que contrató el FIT para empezar a limpiar las vías del tren que corren de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz. Una semana después, los pueblos vecinos bloquearon el paso del tren en solidaridad con las comunidades de la zona norte del Istmo de Tehuantepec .

“Durante el 2020, las comunidades de la zona norte de la región istmeña impidieron unos 30 intentos para que los obreros de esas compañías entraran sin permisos a nuestras tierras, recordó a fines de octubre”, Ofelio Moreno Conde, campesino de Rincón Viejo Petapa. “Pacíficamente les hemos pedido que pidan permiso al pueblo antes de entrar. Si no lo hacen los vamos a invitar a qué se retiren”, dijeron los campesinos.

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“Con esas actitudes de imposición, que tienen tufos autoritarios de las dictaduras, nos recuerdan episodios vergonzosos similares cuando Porfirio Díaz, utilizó a las fuerzas rurales para conseguir tierras y construir el Tren Transístmico. Nos recuerda a Mussolini, que puso el tren bajo el control del régimen militar o del gobierno mexicano de López Mateos, cuando metió a los militares a romper la huelga encabezada por Demetrio Vallejo, en 1959”, comentaron ferrocarrileros consultados.

“Tras el anuncio del Presidente, sí nos preocupa el hecho de que esté dando demasiado poder a las fuerzas armadas”, dicen Carlos Beas Torres, representante de Ucizoni. “¿A qué le teme la 4T?, como interrogaron en las 22 comunidades istmeñas. Un régimen democrático consulta, busca consensos, dialoga, no impone proyectos y eso justamente es lo que anhelan los pueblos, donde quieren conocer los impactos, donde no se aceptan las imposiciones”, finaliza.

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