San Luis Potosí.— A coro de la canción El día que yo me muera, interpretada por un pequeño grupo local, familiares y chavos banda dieron el último adiós a uno de sus representantes más visibles en los últimos años: Pedro Carrizales El Mijis.

En el cementerio Arboledas del Consuelo, decenas de personas acompañaron en su último trayecto a los familiares de El Mijis, luego de que fuera identificado su cuerpo por autoridades de Tamaulipas como víctima de un accidente ocurrido el pasado 3 de febrero sobre la carretera Nuevo Laredo-Piedras Negras, y de que apenas esta semana se pudieron reconocer sus restos.

Por la madrugada arribó a la capital potosina el cuerpo de Pedro Carrizales, acompañado de elementos de la Guardia Nacional. El cortejo se trasladó a una funeraria del oriente de la capital, a donde acudieron algunos amigos del exlegislador del PT y los medios de comunicación.

Más tarde, el ataúd de El Mijis fue llevado a su domicilio en la colonia Las Piedras, al norte de la ciudad, donde se restringió el acceso a los medios de comunicación y sólo pudieron ingresar los familiares y amigos más cercanos. De ahí fue llevado a la parroquia Nuestro Padre Jesús, donde se ofreció una misa de cuerpo presente.

En todo momento, “la banda” lo acompañó, como en los buenos tiempos, cuando cabildeaba apoyos para ese sector marginado y a quienes les quería dar una oportunidad a través de sus gestiones con los políticos y cuando fue diputado local.

Su banda, a manera de despedida, bañó el féretro de cerveza, mientras arengaba “¡Mijis, Mijis, Mijis!”. “El carnal de la comuna”, dice uno de los compas que acudieron a despedirlo.

Al término del homenaje, la carroza llevó el cuerpo de El Mijis al panteón privado Arboledas del Consuelo, ubicado al oriente de la capital potosina, que ahora es su última morada.

Desencajados se les veía a los chavos banda que acompañaron el cortejo. Para despedir al compa no cambiaron su indumentaria: playeras, pantalón de mezclilla, tenis, gorra y los tatuajes predominaron en el lugar, al igual que los ojos llorosos y la cerveza para contener el llanto.

El féretro azul, con una foto de Carrizales en la parte superior, fue trasladado hasta su fosa, mientras los músicos comenzaron a interpretar El día que yo me muera, lo que soltó el llanto de todos los presentes, mientras Miriam Hernández, esposa de El Mijis, se aferraba abrazada al ataúd gritando sobre su retrato: ¡No, papito, no, por favor!, en medio de un llanto incontrolable.

Antes de abandonar el cementerio, el padre de El Mijis, Pedro Carrizales Torres, afirmó que no está conforme con la versión que dio la fiscalía de Tamaulipas, pues aseguró que la camioneta calcinada en la que viajaba su hijo no era la unidad con la que había salido de viaje, por lo que demandó que las investigaciones continúen hasta que se deslinden responsabilidades.

En tanto, en el Congreso de San Luis Potosí los diputados locales rindieron un minuto de silencio en memoria de Pedro Carrizales, quien fue legislador local por el Octavo Distrito durante la 62 Legislatura.

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