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Chihuahua.— Sin previo aviso, el Instituto Chihuahuense de Salud (Ichisal) dio de baja a 300 personas, quienes iniciaron plantones y amenazan con paralizar hospitales.

Luego de que la Secretaría de Hacienda del gobierno de Chihuahua anunció a las dependencias un recorte de 20% en el gasto corriente y les pidió hacer ajustes, el Ichisal optó por dar de baja a 300 trabajadores. En respuesta, el sindicato del organismo afirmó que, de no reconsiderarse esta medida, el personal de salud podría tomar y paralizar los centros médicos del estado.

La dirigente sindical, Sofía Calzadillas Lechuga, informó que este martes iniciaron con plantones pacíficos en oficinas administrativas, con el propósito de que las autoridades estatales tomen conciencia de que los recién despedidos son de intendencia, comedor y otras áreas “que ponen en pie los hospitales”, pero que están considerando paralizar los servicios de no ser reintegrados.

Los inconformes señalan que están conscientes de que pueden afectar a terceros y no es su intención, por lo cual asistirán a la Secretaría de Hacienda para dialogar.

Por su parte, el secretario de Educación y Deporte, Carlos González Herrera, dio a conocer que se sumará a la estrategia de ahorro, pero aseguró que ningún maestro del subsistema estatal o federal se verá afectado, puesto que prescindirán del personal de confianza.

De igual manera, la fiscalía estatal reconoció que los ajustes de gasto en la dependencia incluyeron el área de recursos humanos; ahí se pretende alcanzar un ahorro de 100 millones de pesos anuales y, aunque no especificó cuántos empleados serán dados de baja ni las áreas a las que pertenecen, aseguró que la medida no afectará ninguno de los servicios al público.

Pese a las protestas de los afectados, el gobernador Corral no ha emitido una postura al respecto.

“No había de dónde ahorrar”. Mientras el gobernador Javier Corral asistía a la instalación de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Congreso de la Unión, en la ciudad de Chihuahua, el subsecretario de Hacienda, Eduardo Fernández, oficializaba una estrategia financiera para subsanar el déficit en el que se encuentran las arcas de la entidad, que consiste en la reducción generalizada de 20% del gasto corriente.

El funcionario informó: “No nos queda de dónde más ahorrar, quitamos gasolinas, celulares, seguros, servicios personales y lo que se ahorre a partir de esta reducción será destinado para la obra pública”. Explicó que la instrucción fue recortar gastos operativos y será cada unidad administrativa la que defina cuántas plazas liquidar o cómo obtener ese ahorro.

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