Armando Casas, presidente entrante de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), espera que la nueva Ley Federal de Cinematografía que sustituiría a la vigente desde hace más de dos décadas, por fin se discuta en lo que falta del sexenio.
“Hay una expectativa de que suceda”, dice Casas.
El documento está revisado por la comunidad fílmica nacional, incluyendo a la figura federal del Imcine, por lo que no debería haber problema para ser aceptada inicialmente por los diputados.
El año pasado, María Novaro, directora del Instituto Mexicano De Cinematografía (Imcine), indicó que la iniciativa sería enviada desde Presidencia de la República tras la revisión de secretarías relacionadas como la de Economía.
Por ahora, la AMACC está al pendiente de que la Cámara de Diputados cumpla con el mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de restituir en la ley la obligatoriedad del Estado de apoyar y promover al cine nacional.
Dicho articulado se quitó de la ley para poder extinguir al Fidecine, fideicomiso que apoyó la producción de películas por 20 años. Pero sin obligatoriedad en la ley, el Gobierno Federal puede dejar de dar apoyos como lo hace hoy por medio del Focine.
El plazo dado por el máximo tribunal para restituir la obligación concluye el mes próximo, cuando acaba el periodo ordinario de sesiones. “No necesariamente debe estar una nueva ley para eso, puede ponerlo en la que está y ya. Para nosotros lo ideal es que venga en la nueva”, expresa.
Las finanzas, apunta Casas, no están en números rojos y permitiría actividades relacionadas con la ceremonia del premio Ariel 2024, que una vez más se realizaría en Guadalajara.