La noche del martes 11, en pleno receso de Semana Mayor, policías de la Ciudad de México presuntamente orientados por su intuición, detuvieron en el exclusivo barrio de Polanco un vehículo de apariencia modesta, en cuyo interior descubrieron maletas con 11 millones de pesos en moneda nacional, dólares y euros. El hecho, presentado como un asunto de nota roja, es un dardo envenenado hacia el interior del primer círculo del jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera.

En ese incidente fueron detenidos dos personas, una de ellas Rey Adolfo Terán Estrada, un personaje singular, ligado con el consejero jurídico del gobierno de la Ciudad, Manuel Granados, ex líder de la Asamblea Legislativa (2012 y 2015), y con uno de sus cercanos, Aarón Josué Ramos Miranda, quien fuera oficial mayor de esa instancia, de la que fue defenestrado en diciembre de 2014.

Ramos Miranda cuenta con un despacho de abogados en el corazón de Polanco, a unas cuadras de donde fue detenido el referido vehículo —Jetta 2013, placas 549YPS—, que resultó contar con blindaje de altas especificaciones, una auténtica bóveda ambulante. Autoridades consultadas creen que el dinero pertenece a Miranda. Y estiman que este hombre es socio de Granados Covarrubias.

De acuerdo con fuentes consultadas, esta historia es en realidad una secuela recargada de un episodio vivido ya a finales de 2014, donde los mismos actores se vieron involucrados en una guerra de poder dentro del equipo de Miguel Ángel Mancera, que enfrentó a Granados con Héctor Serrano, a la sazón secretario de Gobierno y desde entonces el controvertido hombre fuerte de la administración capitalina.

En aquella ocasión, un video bajo la supuesta firma de la organización Anonymous , fue difundido en redes sociales para denunciar un alegado enriquecimiento de Ramos Miranda como oficial mayor de la ALDF y en particular, sus ligas con su presunto empleado Terán Estrada, originario de Sinaloa y uno de cuyos hermanos, Francisco Jerónimo Terán, se hallaba identificado como sicario del Cártel de Sinaloa.

Las fuentes consultadas aseguraron que Rey Adolfo Terán no trabajaba para Ramos Miranda, sino directamente como equipo de seguridad de Granados. Había llegado meses antes junto con otros sinaloenses y comenzaron a laborar de inmediato como escoltas, para extrañeza del personal de la Policía Ministerial que el líder de la Asamblea tenía oficialmente asignado en tales tareas.

El escándalo derivado de aquel video condujo a la salida de Ramos Miranda como oficial mayor, tras la cual Manuel Granados comentó con colaboradores que todo era producto de una conspiración de Héctor Serrano, al que atribuyó haberlo amenazado desde meses antes en el contexto de una pugna por quién tenía mayor cercanía e influencia sobre Mancera.

Consejero jurídico desde julio de 2015, cuando termina su gestión como diputado local, Granados Covarrubias (Ciudad de México, 1974) es considerado uno de los actores de la política capitalina más cercanos a Mancera. Ambos abogados egresados de la UNAM, ambos con sendos doctorados. Se conocieron en 2008 cuando Mancera llegó a la Procuraduría capitalina en forma inesperada, tras la caída de su antecesor, Rodolfo Félix Cuevas. Ahí se encontró con Granados como jefe de asesores, y lo ratificó en el cargo.

En los siguientes años la cercanía entre ambos no hizo sino consolidarse, por lo que se consideró natural el arribo de Granados como líder de la Asamblea, donde sacó adelante varias legislaciones clave, lo que sigue haciendo desde su actual posición como titular de la Consejería Jurídica, instancia que coordinó la elaboración del proyecto de la primera Constitución para la Ciudad, aprobado recientemente.

Pero el camino de Granados en el primer círculo de colaboradores de Mancera ha estado siempre marcado por el protagonismo y las pugnas con diversos integrantes del equipo, destacadamente Héctor Serrano, pero también el actual procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, y Alejandra Barrales, su antecesora al frente de la Asamblea y actual dirigente nacional del PRD.

El episodio del vehículo incautado con una inexplicable cantidad de dinero debe ser tenido como parte de un amplio y oscuro telón de fondo en las pugnas de Palacio en el Gobierno capitalino, para definir quién asumirá como jefe de Gobierno interino en el muy probable escenario de que Miguel Ángel Mancera pida licencia al cargo a fin de postularse como candidato a la Presidencia de la República. Su salida puede ser tan cercana como septiembre próximo, una vez que haya rendido su informe.

El secretario de Desarrollo Social, José Ramón Amieva, antecesor de Granados en la Consejería Jurídica, es mencionado junto con éste como las alternativas más viables para el interinato. Debe asumirse que atrás de ambos se han empezado a agrupar una diversidad de intereses, lo que en la capital del país es sinónimo de negocios y de un deterioro político casi sin precedentes.

rockroberto@gmail.com

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