Aún sobrecargada como está con el combate al narcotráfico y la atención de la seguridad pública en cada vez más localidades del país, la Secretaría de la Defensa Nacional firmó un contrato con la de Comunicaciones y Transportes para construir la barda y el camino perimetral del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en terrenos de Texcoco, Atenco y Ecatepec.

Estas tareas no están incluidas en las atribuciones constitucionales del Ejército, como tampoco lo están las que tienen que ver con la seguridad pública. Llama la atención, por eso, el contrato y sus términos, que no parecen ser de lo más transparentes, de acuerdo con documentos en poder de esta columna.

La información recibida, vía los mecanismos de acceso a la información pública, confirma que el contrato se firmó el 18 de agosto de 2015 por un monto de mil 547 millones de pesos para la construcción de 29 mil metros de barda y camino perimetral que, por cierto, aún no se alcanzan a ver. Cada metro de esa barda perimetral del NAICM tendrá un costo de 53 mil pesos.

Es de llamar la atención que la Sedena y la SCT hayan recurrido a un “convenio marco” para posibilitar la adjudicación directa de la obra. Por qué este tipo de adjudicación sí lo permite la Ley de Adquisiciones cuando se pacta entre instituciones públicas. La contratación vía convenios marco —según los lineamientos de la Función Pública— normalmente aplica para compras de emergencia (de vacunas, por citar algún ejemplo) o arrendamientos.

De manera que usar un contrato marco en este caso es una irregularidad que se suma a otras, como la entrega, vía solicitudes de información pública, de dos catálogos de precios diferentes y en algunas partes tachados: uno elaborado por la Dirección General de Ingenieros de la Sedena (ocho hojas y los nombres de cuatro particulares desconocidos para proveer cemento y varilla), y otro que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, empresa de participación estatal mayoritaria de la administración pública federal sectorizada a la SCT, entregó como “el catálogo de la Sedena”.

¿Por qué esa estrategia de contratación?, ¿por qué las diferencias en los catálogos de precios? ¿Acaso se pretende ocultar o justificar sobreprecios? ¿Qué diantres hace la Sedena construyendo bardas perimetrales?

Lo que será la gran obra del sexenio no parece estar muy abierta a la transparencia, pese a los multimillonarios recursos que requerirá. Y para muestra un par de botones:

En noviembre del año pasado se informó que un grupo de 13 instituciones financieras otorgaron un crédito revolvente de 3 mil millones de dólares para la construcción del NAICM.

Para su financiación y desarrollo, se creó un fideicomiso en el que el fiduciario es Nacional Financiera, institución a la que el propio Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México le preguntó mediante oficio GACM/DG/DCF/028/2016 de fecha 24 de febrero de 2016, el monto del crédito contratado. Nafin le respondió: 6 mil millones de pesos, lo que tuvo que rectificar, el 9 de marzo pasado, mediante comunicación dirigida a Ricardo Dueñas Espriú y firmada por Karina Hernández Ángeles: “por un error involuntario” de esta fiduciaria… se hizo referencia a un crédito por la cantidad de 6 mil millones de dólares, siendo la cantidad correcta 3 mil millones de dólares”.

Junto a la incertidumbre del monto asalta otra pregunta: ¿por qué, en lugar de endeudarnos con ese crédito y sus intereses, no se recurrió al Fondo Nacional de Infraestructura de Banobras? Antes de que su portal de transparencia fuera bajado y cambiado, refería la existencia de 25 mil millones de dólares precisamente para financiar infraestructura. Ese monto ya no está en el portal actualizado. ¿Querrá decir que ya se gastaron esa lana? Si así fue, ¿en que la gastaron? Es mucha la opacidad.

Instantáneas. 1. DATO estadístico de la Sedena: por cada soldado caído en la lucha contra el narcotráfico han muerto 12 delincuentes. Ese es el promedio de los dos últimos años. En la etapa más violenta de la guerra de Felipe Calderón era de 32 sicarios por un militar.

2. LITIGAR en tele es lo que dice que hace Víctor Carrillos, abogado de las víctimas del kínder Montessori Matatena. Acaso por eso es que un día aplaude a la Procuraduría y otro la acusa de ocultarle el expediente. La Procuraduría niega rotundamente tal señalamiento y llama a la prudencia, pues la actitud protagónica del abogado expone al escarnio a los menores afectados.

rrodriguezangular@hotmail.com

@RaulRodriguezC

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses