Símbolo del agua hizo de su casa el mar, desde ahí el primogénito de Cronos y Rea controló mares, océanos, lagos y ríos, sí, la mitología griega tenía en Poseidón al rey de los medios acuáticos; un ser caprichoso e imponente, tan temido que a su paso las olas se abrían tranquilas y las más violentas tempestades se tranquilizaban ante su presencia.

Poseidón en la mitología griega dominó el mar, de una forma que para nadar en sus aguas se debían rendir ante él, el hombre respetó sus dominios. Pero algunos como Graco Morlan no mostraron tanto respeto y lo enfrentaron a él y sus dominios sin miedo, convirtiendo sus mares, ríos, lagos y lagunas del dios del mar en el lugar indicado para realizar sus hazañas.

Conocí a Graco Morlan después de nadar mi primer maratón en aguas abiertas; tras una triangulación entre conocidos llegué al mexicano que estaba a punto de concluir el nado de casi 200 kilómetros en el Río Hudson en Nueva York, en ese instante mis 10,000 metros nadados se hicieron nada comparado con lo que estaba por terminar.

Comenzó a nadar hace 15 años, en 2011 se aventuró a hacerlo en el mar siendo relevo en un cruce en el Canal de la Mancha, la libertad que le brindó la sensación de estar donde nadie más se atrevería a hacerlo y le dio los más grandes retos de su vida; volvió, justo ahí, a donde se produce la unión natural de dos masas de agua, las del Mediterráneo y Atlántico, nadó el estrecho de Gibraltar de ida y vuelta para comenzar a trabajar en lo que será su gran hazaña como nadador, conseguir la Doble Triple Corona, para ello se unió al club de aquellos que atravesaron las frías corrientes y el impredecible clima de los 34 kilómetros que separan a Gran Bretaña y Francia a través del Canal de la Mancha.

La Triple Corona es la distinción que la Asociación Mundial de Aguas Abiertas otorga a los nadadores que completan tres de las más grandes pruebas de natación de larga distancia: el Canal de la Mancha, el Canal de Catalina en California y nadar los 48.5 kilómetros que rodean a la isla de Manhattan, lo cual han logrado más de 130 nadadores, pero hacerlo dos veces muy pocos, solo 4.

Convertirse en el quinto nadador en lograrlo suena fácil, pero implica un trabajo enorme que requiere disciplina física y mental, abogado de profesión es un atleta de alto rendimiento, tiene un pacto con Poseidón, le ha cambiado esa libertad que siente entre sus aguas por la de la calma de las mismas, su siguiente reto es circunnavegar dos veces Manhattan, y así enfilarse a cumplir uno de sus máximos objetivos deportivos, de esos que pocos pueden cumplir.

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