La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México jamás ha brillado por el cumplimiento de su misión. Desde su creación, en 1993, ha sido un aparato pesado, inútil y costoso. Y por si eso no fuera suficiente, cual vil enemiga, se vuelve ahora contra la ciudadanía, a la que por obligación inicial debería salvaguardar.

Que la CDHCDMX sea una institución nula es ya bastante lamentable. Pero que se ponga abierta y cínicamente en favor de las expresiones de arbitrariedad de algunos prepotentes que las autoridades tratan de atajar, la hace insostenible. Su existencia es injustificable. Es absurdo mantener una organización que, debiendo mirar por los derechos de los demás, proteja privilegios que se arrogan unos cuantos.

Que su presidenta, Perla Gómez, cuestione el uso de las redes sociales en las que se apoyan varias delegaciones, especialmente la Miguel Hidalgo, para frenar el abuso y la violencia; la ilegalidad y arrogancia que están acostumbrados a ejercer no pocos engreídos y altaneros ricos y juniors, es un atentado contra un principio básico del Derecho.

Esa “doctora”, ignora que el Derecho, esencia y fundamento de todo Estado, implica el deber de observar las normas que lo rigen. Que no dan lugar a distingos. Para que sea justa, la ley debe ser de aplicación general. No conceder ventajas ni excepciones que hagan diferentes o desiguales a los ciudadanos. Y quien la viole, debe ser sancionado.

Esa, como ninguna otra, es la mejor manera de conservar las sociedades y los Estados. El Estado de Derecho es el estado de la razón. De la inteligencia. Del hombre. El Estado de naturaleza es el estado de la sinrazón. De la brutalidad y la fuerza. De la animalidad. ¿Dónde queremos estar como sociedad?

¿Es pues, a la luz de este incuestionable planteamiento, un “pecado” que la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, y personal bajo su mando, especialmente el city manager, Arne aus den Ruthen Haag, vigilen, filmen y expongan los excesos de algunos soberbios que frecuentan la zona y cometen cualquier cantidad de faltas, atribuyéndose derechos infundados por su condición socioeconómica?

Xóchitl Gálvez, a quien le sobra determinación y voluntad por hacer bien las cosas en el ánimo de que haya una convivencia más sana en la delegación Miguel Hidalgo y con ello esta ciudad sea más habitable, debería ser apoyada por ese armatoste, supuesto defensor de los derechos humanos citadino, en lugar de censurarla o tratar de detenerla.

Los “argumentos” de la principal beneficiaria de esa “institución”, de que hay un “vacío legal” sobre el uso de las tecnologías para grabar y exhibir a quienes cometan una infracción, son realmente estúpidos. Si no hay una disposición que lo prohiba, simplemente está permitido.

Máxime, cuando su apelación está enfocada a restablecer y/o a reafirmar el orden, el respeto que la gente se debe entre sí y la concordia que debería cultivarse entre ella, sobre lo cual es posible construir una comunidad mejor.

Pueden o no establecerse reglas para el uso de Periscope; puede actualizarse la normatividad existente en la materia, pero una cosa es clara: al menos por un largo tiempo, esa y otras herramientas no dejarán de ser utilizadas libremente por la gente en países avanzados.

Y si quienes gobiernan lo hacen para cumplir mejor su papel, no sólo se justifica plena y totalmente, sino que deben tener el respaldo de todos. Esa especie de panóptico, debe estar encima de cada cual.

Ojalá que el apoyo colectivo y de no pocos congresistas expresado a Xóchitl Gálvez derive en una legislación no para restringir la polémica práctica, sino para reafirmar la libertad y el derecho de hacerlo y, de paso, borrar de la nómina y de los impuestos a la CDHCDMX que, probada y ostensiblemente, no sirve más que para lastimar lo que debería estar protegiendo.

SOTTO VOCE… Al parecer, Javier Duarte de Ochoa, después de su visita a la Ciudad de México y su encuentro con el círculo del poder, afianzó su permanencia hasta el final de su mandato. Sus allegados aseguran que eso se debe a su “poder de negociación”… Ni la presencia de Agustín Basave en Oaxaca pudo impedir los pleitos entre las desbocadas tribus que se pelean el poder con uñas y dientes; puñales y pistolas. José Antonio Estefan Garfias finalmente se impuso a Benjamín Robles e irá por la coalición PRD-PAN. Y éste, por su parte, probablemente se vaya por “la libre”… El rector de la UNAM, Enrique Graue, debe estar muy atento a lo que suceda en esa institución para que no se convierta en un foco de tensión y posible inestabilidad. Para ello, lo primero que necesita es un buen equipo de asesores y una mejor comunicación, que están para llorar.

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@mariobeteta

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