Lo que está sucediendo con el tema de FIFA es un golpe no sólo para ellos, sino para todas aquellas asociaciones civiles que a lo largo de la historia han creído que el deporte y los atletas son de su propiedad, y los utilizan para enriquecerse. Si una de las federaciones más poderosas del mundo puede desplomarse de un momento a otro, por supuesto que las demás están expuestas a esto.

Los rumores de los malos manejos en la FIFA han sido una constante, no se puede decir que era un tema desconocido, pero nadie había tenido el valor o el interés particular de afirmarlo ante el mundo como una realidad.

Es una pena que cualquier deporte se vea involucrado en temas como el amaño de partidos, de sedes otorgadas como pago de favores, de dinero con destino poco claro y muchas cosas más que aún están por venir. El dichoso Fair Play se ha quedado sin significado, el futbol perdió su objetivo de inculcar la actividad física como un camino hacia una mejor sociedad. No el futbol como deporte, aquél que causa euforia; sino ese que algunos personajes contaminaron al convertirlo en un negocio personal. El deporte en general se ha convertido en un gran negocio y no estoy en desacuerdo que así sea, pero los principales beneficiados siempre deben ser los atletas.

Desafortunadamente este tipo de situaciones son el pan de cada día de las federaciones y de los Comités Olímpicos de muchos países del mundo. México no está exento, debo aclarar que no todas, pero la mayoría de nuestras federaciones nacionales, toman los malos ejemplos y ven en el deporte su mina de oro. No se preocupan por el desarrollo de los deportistas, en su bienestar, en otorgarles mejores condiciones, mejores entrenadores y técnicos; contrario a eso, en lo único que piensan es en organizar eventos. Porque sí señores, los Mundiales, los Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos, son un gran negocio, pero solamente para aquella persona que los organiza. Nuestro país nunca ha obtenido un beneficio económico real y mucho menos deportivo de los eventos de los que ha sido sede a lo largo de la historia.

Por otra parte, el dinero que la Conade ha otorgado a las asociaciones civiles no se audita con regularidad, ni de una manera clara. Ese presupuesto históricamente se va a un hoyo negro. Es por eso que ahora que el licenciado Alfredo Castillo ha declarado que se revisará de manera minuciosa el manejo de estos recursos hay quiénes han “pegado el grito en el cielo” y ya están temblando. Las federaciones y el COM deben entender que no pueden seguir con esa mala costumbre de estar a expensas solamente del dinero que reciben de la Conade. Deben empezar hacer su labor para conseguir sus propios recursos. Porque cuando a uno le cuesta trabajo obtener algo, lo cuida y lo administra de mejor manera.

Nunca debemos olvidar que el futbol no solamente es ese que se juega en los Mundiales, del que se obtienen millones de dólares en patrocinios, el de Messi o Cristiano Ronaldo, el que incluso hace que personas vendan sus casas para viajar hasta el “fin del mundo” para ver a una selección; también es aquel que juegan los niños que sueñan con algún día ser una figura de un deporte que desafortunadamente se ha visto ensuciado por adultos que perdieron sus ideales y principios intentando solventar su avaricia.

Seguramente aún faltan muchas cosas más por salir a luz respecto al tema de la FIFA, creo que esto apenas está comenzando. Espero que sea un preámbulo para que otras federaciones se pongan a trabajar de verdad y no sigan pensando que son intocables.

prensa@anv.com.mx

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