Rumbo a una elección presidencial existen puestos estratégicos dentro de un gabinete que pueden servir como catapulta para una candidatura o por el contrario, mermar la imagen y percepción ciudadana del personaje en cuestión.

En agosto de 2015, cuando Aurelio Nuño Mayer asumió el cargo de Secretario de Educación Pública, generó muchos cuestionamientos sobre la capacidad para llevar las riendas de una de las secretarías fundamentales en el desarrollo de cualquier país, pues su corta edad y experiencia política, lo dejaban en desventaja comparativa con sus antecesores.

Una de las principales tareas que le fueron encomendadas fue la implementación de la nueva reforma educativa, que entre diversos factores polémicos, había generado una confrontación con la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, que se posicionó en contra de una evaluación generalizada, así como la posibilidad de perder sus empleos y privilegios.

Empleando como argumento la difusión de dicha reforma, el secretario inició una gira por las escuelas del país para escuchar las necesidades y revisar las distintas condiciones en las cuales se encuentra el sistema educativo, sirviendo lo anterior como una campaña de reconocimiento y posicionamiento ciudadano, aprovechando los espacios que los medios de comunicación le ofrecían.

Buscando valerse de la popularidad de AMLO, en abril de 2016 Aurelio Nuño increpó al tabasqueño sobre los alcances de la reforma educativa y lo invitó a debatir sobre el tópico, a lo que el dirigente nacional de Morena respondió con un: “Nuño da flojera”, restándole importancia y quitándole la oportunidad de crecer ante la polémica.

Posteriormente el titular de la SEP tomó una postura arriesgada ante el paro magisterial convocado el 15 de mayo pasado, en donde mostró inflexibilidad, rigidez y cero tolerancia ante las demandas de los grupos opositores, aplicando medidas firmes pero poco populares.

Un ejemplo claro fue la amenaza de destitución de miles de docentes de Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Michoacán.

Tales medidas vinieron a recrudecer el conflicto existente, aumentando las manifestaciones, marchas y bloqueos, tomando su punto más álgido el 19 de junio del presente año, cuando las fuerzas federales intervinieron en el estado de Oaxaca, específicamente en Nochixtlán para desalojar un bloqueo carretero y donde el saldo fue de 11 muertos, entre ellos un menor de edad (Animal Político,2016) afectando con esto aún más el nombre del secretario.

La imagen de Nuño seguía en picada y después de los acontecimientos, la CNTE y grupos opositores desprestigiaron a tal grado al secretario de Educación que no aceptaron dialogar ni negociar con él; el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue el encargado de retomar la tranquilidad y llegar a un acuerdo.

Sin duda fue uno de los golpes más fuertes que recibiría y que lo harían despedirse prácticamente de la carrera presidencial por la candidatura priísta en 2018.

Con poco margen de maniobra, Nuño Mayer optó por un cambio en su imagen que se reflejó rápidamente en sus apariciones públicas, decidió dejar de lado los trajes ajustados y las corbatas ya que necesitaba verse cercano no sólo a la ciudadanía sino con los integrantes del gremio magisterial.

De esta forma se enfundó en camisas blancas arremangadas, representando con ello una vestimenta de trabajo, sencillez, calidez y cercanía con los maestros intentando construir un perfil más humano y contrarrestar la imagen de dureza que había creado durante los últimos meses.

A pesar de las modificaciones en su imagen pública, hay errores que cuestan muy caro y Aurelio volvió a cometer uno grave el pasado 14 de noviembre en el marco de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en el cual pronunciaría la palabra “ler” ante lo cual la niña estudiante Andrea Lomelí lo corregiría en público, haciéndose su error viral en redes sociales.

Las críticas no se hicieron esperar pues los internautas señalaron como vergonzoso el episodio tratándose del encargado de llevar las riendas de la educación nacional, incluso generó el recuerdo del error cometido por el entonces candidato Enrique Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro en 2011.

Aunque Aurelio Nuño intentó subsanar su equivocación visitando y obsequiándole un nuevo libro a la niña encargada de exhibirlo, el impacto mediático era irreversible.

Después de analizar el recorrido de los 15 meses que lleva desempeñando su cargo, el panorama para Nuño Mayer no es alentador.

El bajo reconocimiento que genera en la ciudadanía, los constantes conflictos con resoluciones poco afortunadas y un nuevo recorte presupuestal de 72% para la implementación de la reforma educativa en 2017, (Animal Político, 2016) evidencian una incongruencia en la toma de decisiones del Estado mexicano y la falta de capacidad del funcionario para cumplir con la tarea que le encomendó el presidente.

Nuño es un ejemplo de que en la mercadotecnia política y la comunicación estratégica, la cantidad de apariciones en medios nacionales y titulares periodísticos no se deben entender como sinónimo de encumbramiento político, las condiciones del contexto pueden ser más fuertes que cualquier campaña publicitaria y los efectos de malas negociaciones resultan ser lapidarias.

FACEBOOK: MIGUEL DELGADILLO

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