Quienes han visto a Javier Pérez de Anda recientemente dicen que está preocupado. No sólo él, sino sus familiares y algunos políticos a quienes habría ofrecido algunas de las frecuencias que ganó Tecnoradio, la empresa fachada que, según se ha documentado, utilizó Radiorama para quedarse con buena parte de las concesiones de radio FM que subastó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

El temor del presidente de Radiorama es que sus amigos y aliados —políticos y empresarios— lo dejen solo y la autoridad aplique la ley hasta las últimas consecuencias. El asunto es que si el IFT determina que efectivamente Pérez de Anda violó la Ley de Competencia y se benefició del descuento de 15% otorgado a los nuevos entrantes, la sanción económica y jurídica recaería no sólo en los directivos de Tecnoradio, que son sus familiares, sino en él y en el grupo de interés económico que encabeza.

Una de las líneas de investigación que sigue la autoridad tiene que ver con presuntas llamadas realizadas directamente por Javier Pérez de Anda a gobernadores de los estados en los que Tecnoradio ganó frecuencias, tras ofrecer hasta 40 veces más de los valores mínimos de referencia en algunas de las plazas. Sin embargo, la principal línea que sigue el IFT es la relación de sus familiares con Tecnoradio y la simulación para participar en la licitación. La sanción económica para Radiorama podría ascender a 10% de sus ingresos anuales y derivar en acciones penales.

Otro de los socios relevantes del presidente de Radiorama es la familia Sanabria, principalmente Alfonso Sanabria, radiodifusor con presencia importante en Jalisco y Michoacán. Asimismo, Javier Pérez de Anda mantiene una sólida relación de amistad con Francisco Aguirre, presidente del Grupo Radio Centro, a quien le ha hecho préstamos económicos y quien tampoco pagó algunas de las concesiones que ganó en la subasta. Tecnoradio, ya sabe, optó por no pagar la contraprestación de 280 millones de pesos por las 37 frecuencias que había obtenido en la licitación, tras revelarse la estructura que utilizó para quedarse con ellas.

El otro fundador de Radiorama, Adrián Pereda, quien se ha deslindado públicamente de Tecnoradio, se escindió jurídicamente del Grupo hace algunos meses, quedándose con cerca de 200 estaciones de las poco más de 400 que tienen en la República Mexicana. La ruptura entre la familia Pérez de Anda y Pereda se debió precisamente a la injerencia de familiares y amigos en las decisiones de negocio de Radiorama, lo cual terminó con la separación legal de estaciones, aunque mantienen el mismo nombre.

Otro aliado y socio de la familia Pérez de Anda es Mauricio Huesca, director General Adjunto de Núcleo Radio Mil, quien está casado con Lorena Pérez Toscano, hija de Javier Pérez de Anda.

El ascenso de Radiorama comenzó en 1994, cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entonces encabezada por Emilio Gamboa —hoy entrañable amigo de Javier Pérez de Anda— le otorgó buena parte de las frecuencias ‘combo’ de estaciones AM. Entonces, Pérez de Anda era el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT).

Así fue como Radiorama se convirtió en la cadena de radio más grande del país. Luego fue extendiendo su presencia mediante adquisiciones de radiodifusoras locales. Hace cinco años compró varias estaciones de Grupo Acir sin notificarlo a la autoridad. Por ello, el IFT le ordenó disolver el acuerdo y lo multó. Fue esta una de las razones por las que habrían decidido participar en la licitación de FM a través de Tecnoradio, una empresa constituida hace más de una década por sus asesores, entre ellos Alfonso Amilpas.

Don Javier Pérez de Anda, como le llaman en la industria de la radiodifusión, casi siempre ha sido un empresario de bajo perfil. Y ahora más tras explotar el escándalo de Tecnoradio. Dicen que está buscando por todos lados que la simulación a través de la cual ganó (y luego perdió) las 37 frecuencias de radio FM quede solamente en la ejecución de las garantías de seriedad y no en una sanción económica y jurídica.

El IFT está a prueba. La forma cómo resuelva este asunto será un parteaguas y definirá en buena medida la reelección de Gabriel Contreras, su actual comisionado presidente.

Posdata. Otro de los negocios que el presidente de Radiorama ha logrado consolidar en los diferentes estados donde tiene presencia es el de la construcción. A través de al menos dos compañías se ha adjudicado varios contratos de obra pública.

Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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