Armando Garza Sada ha sido el empresario mexicano más afectado por el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Su compañía Alfa y sus subsidiarias han resentido los dichos de quien será el nuevo mandatario del país más poderoso del mundo. Su exposición al negocio automotriz, petroquímico y energético de Estados Unidos hicieron que algunos inversionistas replantearan sus posiciones en el conglomerado regiomontano.

Las acciones de Alfa, la sexta empresa más grande de México por facturación, retrocedieron 5.5% en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el miércoles 8 de noviembre, el día siguiente a la elección, y extendieron sus pérdidas el jueves, al apuntar un baja 1.4%.

El viernes y el lunes sus títulos rebotaron un total de 1.9%, pero no lo suficiente para compensar las pérdidas.

Nemak, que es parte de Alfa pero cotiza de forma independiente en la BMV, fue su subsidiaria más afectada. Al cierre del lunes, sus acciones acumularon una reducción de 13.6% frente a la cotización previa a la elección de Estados Unidos. Nemak es un importante fabricante de autopartes y obtiene cerca de 60% de sus ingresos del país que va a gobernar Trump. Hablamos de unos 2 mil millones de dólares en los primeros 9 meses del 2016 y de 2.7 mil millones en 2015.

Durante su campaña, Trump arremetió contra las armadoras estadounidenses, como Ford, a la que acusó de trasladar sus inversiones y empleos a México en detrimento de la economía estadounidense. Resultado de esto, el entonces candidato republicano prometió aplicar un impuesto de 35% a los vehículos y autopartes fabricados en México. Sin embargo, esos dichos podrían quedarse en eso: en dichos, pues el impacto de una decisión así, aunado a la expulsión de inmigrantes que planea llevar a cabo, tendría efectos adversos para su economía.

Ayer el Washington Post publicó un análisis sobre el impacto que tendría la deportación masiva que planea realizar Donald Trump en Estados Unidos. La manufactura, en la que se incluye el sector automotriz, es la actividad económica que ocupa a más inmigrantes indocumentados. Según el estudio, realizado por Ryan Edwards y Francesc Ortega, de la Universidad de Nueva York, la población que quiere expulsar Trump contribuye con 3% del PIB de Estados Unidos y sólo la industria manufacturera generó 73.8 mil millones de dólares en 2015.

¿Trump sabe realmente el alcance de sus dichos? La respuesta es no. Pero eso no implica que inversionistas de empresas como Alfa reconfiguren sus portafolios ante la incertidumbre de si el magnate estadounidense va a cumplir o no sus promesas de campaña, aunque la mayoría sean, literalmente, como darse un balazo en el pie.

¿Qué están haciendo empresarios como Armando Garza Sada frente a este escenario? Tomarlo con calma y aferrarse a sus planes de largo plazo. Hablar con hechos, y no con dichos, como que Alfa facturó 16 mil 315 millones de dólares el año pasado, de los cuales 60% fueron generados en Estados Unidos. Que opera en más de 40 países y da empleo a casi 73 mil personas.

Hace unos días, el director general de Alfa, Álvaro Fernández Garza, dijo que no están preocupados por el triunfo de Trump ni por las nuevas políticas comerciales que podría implementar. Con respecto a la industria automotriz, aseguró que el proyecto de alcanzar una producción anual de 5 millones de autos en México hacia el 2020 sigue firme.

Otras empresas de Alfa, como la petroquímica Alpek y la recién fusionada con Alestra, Axtel, también han sido afectadas por el efecto #TrumpPresidente. Ambas acumulan caídas en el precio de sus acciones en la BMV. La primera se ha depreciado 6.3% del martes 8 de noviembre al cierre de ayer, y la segunda reporta una merma de 0.2%.

Otro plan que podría retrasar la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos es la Oferta Pública Inicial de Sigma, el negocio de alimentos de Alfa, la cual estaba prevista para los meses siguientes a la elección.

¿Vienen retos para Armando Garza Sada? Seguramente sí, pero nada que este empresario regiomontano, licenciado en administración por el MIT y maestro por Stanford, no sepa enfrentar. Desde que se convirtió en presidente del Consejo de Administración de Alfa el precio de sus acciones ha crecido más de 200% y ha logrado concretar exitosamente los spin-offs de las subsidiarias de Alfa.

Los empresarios mexicanos que invierten en Estados Unidos tienen mucho qué decirle al presidente electo de Estados Unidos, con hechos, no con amenazas, como las de Trump.

Posdata. Otra colocación que podría estar en riesgo con el triunfo Trump es la que tiene planeada José Cuervo en México y Estados Unidos, por unos mil millones de dólares.

Twitter: @MarioMal

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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