A finales de abril hubo fiesta en Fibra Uno. Los El-Mann se reunieron para celebrar el quinto aniversario del Fideicomiso de Inversión y Bienes Raíces de México que actualmente administra activos por 170 mil millones millones de pesos, equivalentes a casi 1% del PIB del país, y cuya capacidad de inversión en el corto plazo supera los 30 mil millones de pesos.

¿Cómo lograron crear la desarrolladora, operadora y administradora de bienes raíces más grande de México en un lustro?, le pregunté a uno de los asistentes a la reunión. “Se asociaron con los inversionistas correctos, aprovecharon su capacidad financiera para comprar los activos inmobiliarios más grandes y más rentables, y se diversificaron como ningún otro jugador del sector” me dijo. “¿Hoy quién no quiere ser socio de Moisés El-Mann (el presidente de Fibra Uno)?”.

Moisés El-Mann, quien evita los reflectores a toda costa, estuvo en el festejo de Fibra Uno y se dejó fotografiar con los invitados; sin embargo, fue su hermano André El-Mann, CEO de la firma, quien dio el discurso. “Hemos crecido por arriba de todas las expectativas… somos los líderes del sector inmobiliario de México y un referente internacional”, señaló.

Fibra Uno comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en marzo del 2011. Desde entonces a la fecha el precio de sus certificados se ha duplicado, al pasar de 19.5 a 39.5 pesos. La firma, además, ha sido intensiva en su estrategia de salir al mercado a levantar recursos: en un lustro acumula cuatro ofertas de capital y cuatro más de deuda. Apenas el 8 de junio pasado colocó bonos por 500 millones de dólares en los mercados internacionales.

El meteórico crecimiento de Fibra Uno ha tenido como resultado que sus ofertas de capital y deuda estén sobredemandadas, principalmente por parte de inversionistas extranjeros, los cuales ya representan cerca del 70% de sus tenedores, una tendencia opuesta a la que tenían cuando lanzaron su Oferta Pública Inicial en el 2011.

En un reporte reciente, los analistas de Banamex elogiaron la capacidad que tiene Fibra Uno de recaudar capital y emitir deuda, lo cual le confiere una ventaja competitiva única, especialmente frente a sus pares de propiedades industriales.

Actualmente, 75% del capital social de la Fibra se encuentra flotando en el mercado bursátil, mientras que el 25% restante está en manos de un fondo que lideran los El-Mann, junto con otras familias de origen judío, como los Attié.

Con un market cap de 127 mil millones de pesos, Fibra Uno representa casi el 50% del valor acumulado de las demás Fibras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores.

Fibra Uno es parte de e-Group, un holding que fundaron en los 80 los hermanos El-Mann y el empresario Elías Sacal Micha, enfocado a a la adquisición, desarrollo, renta y operación de desarrollos inmobiliarios. En sus inicios era una empresa de pintura, que no pudo escalar como sí lo hicieron sus amigos y socios, la familia Achar, quienes construyeron la marca más importante del país: Comex.

La más reciente jugada de Moisés El-Mann la lleva a cabo en España, donde adquirió en el 2013 un lote de 228 oficinas de Banco Sabadell por 300 millones de euros a través de un fondo inglés. Hace unos meses lo puso en venta por cerca de 440 millones de euros, es decir, una ganancia de 140 millones en tres años.

Sin embargo, ahora está afinando su listado en la bolsa de valores de España, en un esquema similar al de las Fibras, el vehículo con el que se convirtió en el rey del negocio inmobiliario en México.

El salvador de ICA. Finalmente, David Martínez se perfila para ser el salvador de ICA, la atribulada constructora de la familia Quintana que hace todo lo posible por evitar la quiebra y el concurso mercantil.

El viernes pasado, el financiero regiomontano, a través de su fondo Fintech Advisory, le inyectó 215 millones de dólares a ICA, lo cual hizo que sus acciones se dispararan más de 30% en la jornada del lunes, por lo que incluso tuvieron ser suspendidas.

Sus títulos ya habían aumentado cerca 25% el mismo viernes, tras conocerse que el experto en reestructuras de deuda pública y privada le inyectaría oxígeno.

Todavía está por verse si ICA recibirá una capitalización adicional por parte de Martínez u otro inversionista, además de la venta de activos que ya está en marcha. Será interesante ver qué sucede con la participación que tiene en OMA, al que empresarios como Fernando Chico Pardo ya le echaron el ojo.

Twitter: @MarioMal

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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